Armas pesadas del narcotráfico en México vienen de Centroamérica, según cable

México.- Las armas más potentes y de grueso calibre usadas por el crimen organizado en México entran al país por Centroamérica y no por Estados Unidos, como se supone, según dice un cable diplomático filtrado por Wikileaks y publicado hoy por el diario mexicano La Jornada.

Las armas provienen en general de arsenales de los Ejércitos de Centroamérica y entran de contrabando por la frontera entre México y Guatemala, según varios cables enviados por la embajada de EEUU en México al Departamento de Estado entre marzo de 2009 y enero de 2010.

Esos cables se refieren a tres conferencias bilaterales sobre tráfico de armas que se celebraron en 2009 en Cuernavaca (abril), Phoenix (EEUU, septiembre), y Tapachula (octubre).

En esos mensajes la embajada estadounidense señala que los dirigentes políticos mexicanos "no se inhiben a la hora de recordarnos que la demanda de drogas en Estados Unidos, el lavado de dinero y el flujo de armas ilegales desde nuestro lado de la frontera sirve de combustible a la guerra del narco en México", según La Jornada.

Estados Unidos reconocía ya en esa época la tendencia de las organizaciones de narcotraficantes mexicanos a demandar cada vez más poder de fuego y comprar armamento pesado como granadas y armas antitanque ligeras, lanzacohetes y rifles de grueso calibre.

Sin embargo, uno de los cables indica que el 90 % del armamento pesado confiscado por las autoridades mexicanas y rastreado por las fuerzas de seguridad de EEUU proviene de Centroamérica, aunque el mensaje no agrega más detalles ni precisa de qué países específicamente vienen las armas.

En cambio, el 90 % de las armas convencionales -rifles, fusiles y pistolas- sí entran a México como contrabando desde EEUU, reconocen los diplomáticos estadounidenses.

Un cable que reseña la conferencia bilateral sobre tráfico de armas de octubre de 2009 en Tapachula (Chiapas) responsabiliza al Gobierno mexicano y a sus controles en la frontera sur del contrabando de armas y el paso de inmigrantes clandestinos procedentes de Centroamérica.

Además, las autoridades estadounidenses critican que mientras 30.000 miembros de la Patrulla Fronteriza de EEUU vigilan los 3.100 kilómetros de frontera con México, al parecer solo 125 agentes de migración hacen lo propio en la línea divisoria entre México y Guatemala.