"Él está dispuesto a celebrar elecciones con la participación de todas las fuerzas políticas que quieren que Siria prospere", dijo el legislador ruso Alexander Yushchenko en una conversación telefónica desde Damasco, tras reunirse con Asad.
El presidente dijo que está dispuesto a participar en los comicios, "si la gente no se opone".
Yushchenko habló tras reunirse durante una hora y media con Asad, junto a otros políticos y legisladores rusos, en un contexto de esfuerzos diplomáticos multilaterales para lograr una salida negociada a la guerra civil en Siria.
"Él está absolutamente confiado en si mismo", afirmó el representante ruso.
Yushchenko, que es miembro del Partido Comunista, detalló que Asad está dispuesto a discutir reformas a la constitución y la celebración de elecciones, solo una vez que Siria esté liberada del riesgo del grupo yihadista Estado Islámico.
Este anuncio puede provocar el enfado de los rebeldes moderados, apoyados por Occidente, y de Washington y sus aliados, que consideran que no hay sitio para Asad en la Siria de después de la guerra.
Parte de sus opositores consideran que debería dimitir durante un proceso de transición, pero otros defienden que lo haga de manera inmediata.
Rusia, uno de los principales aliados del régimen de Asad, sostiene que es el pueblo sirio el que tiene que decidir el destino del mandatario.
El sábado, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que ya era el momento de comenzar a preparar la celebración de elecciones en Siria y afirmó que Moscú está dispuesto a ayudar los grupos rebeldes "patrióticos" apoyados por Occidente que luchan tanto contra Al Asad como contra los yihadistas.
"Estamos dispuestos a apoyar también desde el aire a la oposición patriótica, incluido el supuesto Ejército Sirio Libre", declaró Lavrov a la cadena de televisión Rossiya 1.
Esta oferta de ayuda supone un marcado giro de la postura de Moscú, que hasta ahora solo había empleado la palabra "patriótico" para definir a los grupos que respaldan a Al Asad.
Los representantes de la oposición siria apoyada por Occidente rechazaron la oferta rusa alegando que Moscú tiene que empezar por dejar de bombardear a los rebeldes moderados.
El encuentro de la delegación rusa con Al Asad en Damasco pone fin a una semana de intensas negociaciones diplomáticas que incluyeron una visita sorpresa del presidente sirio a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin moscovita el martes. Este fue el primer viaje conocido del mandatario sirio al extranjero desde que comenzó el conflicto en su país, en 2011.
Las últimas elecciones presidenciales en Siria se celebraron en junio de 2014. Asad fue elegido para un periodo de siete años con 88,7 por ciento de los votos en unos comicios rechazados por la oposición y condenados por la comunidad internacional.
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