Declaración clave en la investigación por las contrataciones de Iberdrola con el comisario jubilado José Manuel Villarejo. El exdirectivo de seguridad de la eléctrica, Antonio Asenjo, imputado en esta pieza del caso Tándem por delitos de cohecho y revelación de secretos, ha expuesto durante su interrogatorio en la Audiencia Nacional que despachó con su presidente Ignacio Sánchez Galán algunos de los trabajos que se encargaron al entramado empresarial del comisario jubilado, si bien ha puntualizado que el máximo ejecutivo no tenía por qué saber los pormenores de estos encargos que costaron a la eléctrica 1,1 millones de euros.
Según confirman fuentes jurídicas a La Información, el exdirectivo de Seguridad, que ha comenzado su declaración en la Audiencia Nacional a las 12.00 horas y sigue por la tarde, ha hecho referencia a los trabajos que realizó Villarejo para la compañía, que arrancaron en el año 2004 en el marco de la bautizada como 'operación Arrow' y terminaron en 2016 con una investigación a la compañía Eolica Dobrogea tras declararse insolvente para saldar la deuda adquirida con Iberdrola por un laudo arbitral.
De acuerdo con las fuentes consultadas, Asenjo –que se ofreció a declarar en el marco de esta decimoséptima pieza de la macrocausa a principios de noviembre- ha defendido la gestión que desempeñó en los 18 años que trabajó para la compañía y ha insistido en desligarse del papel que pudieron jugar otros exdirectivos de seguridad de entidades que investiga este juzgado, como es el caso BBVA. De hecho, ha recordado que solo estuvo siete meses en activo en la Policía Nacional antes de aterrizar como jefe de seguridad en Airtel, compañía de la que fue consejero delegado Sánchez Galán hasta el año 2001.
'Operación Arrow'
De este modo, Asenjo se ha referido al primer encargo que se cerró con Cenyt en el año 2004 por 460.000 euros. El exresponsable de seguridad de la empresa del Ibex35 ha asegurado que recurrió al comisario porque estaban intentando sabotear la construcción de una central de ciclo combinado en Arcos de la Frontera (Cádiz) tras la compra de la norteamericana Enron y que las labores de inteligencia contratadas hasta 2005 consistieron en controlar de cerca a la plataforma vecinal 'No a las térmicas' en aras a averiguar los motivos por los cuales estaban encontrando tantas trabas para sacar adelante el proyecto pese a que el mismo contaba con los permisos necesarios y la titularidad de los terrenos donde se ubicó.
Con todo, a primera hora de la tarde seguía desgranando los contratos de Iberdrola entre los que se encuentran también el presunto espionaje a sindicalistas de la central nuclear de Cofrentes o la investigación a un accionista crítico con la gestión de Galán en el año 2009. Precisamente, este encargo concreto buscaba averiguar si el inversor estaba vinculado de alguna forma con el presidente de ACS, Florentino Pérez, especialmente tras sus discrepancias mostradas en la Junta de Accionistas del 30 de marzo de ese año y teniendo en cuenta que se trató de un momento en el que entraban importantes competidores en el sector eléctrico.
Del Olmo y las facturas falsas
La de Asenjo es la segunda declaración prestada en el marco de esta pieza decimoséptima de Tándem, la cual se mantiene bajo secreto de sumario. La primera la protagonizó en calidad de testigo el exdirectivo José Antonio del Olmo, autor del famoso informe que vendría a recoger unas denuncias falsas elaboradas por Iberdrola para abonar los servicios del entramado empresarial de Villarejo y su socio Rafael Redondo. Según las fuentes consultadas, el que fuera máximo responsable de Funciones Corporativas de Iberdrola ratificó estos extremos en su declaración en sede judicial del pasado 21 de enero, lo que allanó el camino a que la investigación avance hacia la cúpula de la bilbaína.
La presunta autenticidad del informe le ha valido al exempleado la presentación por parte de Iberdrola de varias querellas tanto en la Fiscalía de Bilbao como la Fiscalía Anticorrupción. La empresa sostiene que es incierto que se falseara la contratación de su proveedor habitual, Casesa. Así lo trasladó a sus empleados en un comunicado interno en el que hizo saber que había aportado al Juzgado Central de Instrucción número 6 un total de 17 facturas. Igualmente, aunque no hizo referencia directa a Florentino Pérez, sí deslizó que, en lo relativo al "supuesto espionaje a un constructor que trató de controlar la compañía" no se contrataron los servicios de Cenyt, a la par que recordó que esos hechos consistieron un "fracaso total" gracias al "apoyo masivo" de sus accionistas.
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