Asenjo se ofrece al juez para tirar de la manta tras pactar su salida de Iberdrola

  • El exjefe de seguridad denuncia en un escrito al juzgado "maquinaciones" en su contra y ratifica su "plena colaboración" con la investigación.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en Nueva York
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en Nueva York
IBERDROLA - Archivo

El exjefe de Seguridad de Iberdrola Antonio Asenjo ha remitido un escrito a la Audiencia Nacional en el que anticipa las claves de su próximo interrogatorio en el caso Tándem por los contratos de la eléctrica con José Manuel Villarejo. En el mismo, el policía muestra su "plena cooperación" con la Justicia y su disposición a arrojar luz sobre la relación laboral de Iberdrola con el Grupo Cenyt, la cual se alargó durante más de 13 años. "Jamás me he escondido", refleja al respecto Asenjo, que acudirá a la Audiencia Nacional sin ninguna relación contractual con Iberdrola tras formalizar su salida de la compañía el pasado 12 de diciembre. 

En su escrito, enviado al Juzgado Central de Instrucción número 6 y al que ha tenido acceso este diario, el que fuera máximo responsable de seguridad de la empresa bilbaína durante cerca de tres décadas deja patente su intención de declarar en esta pieza decimoséptima del caso Tándem, como ya hiciera cuando se dirigió al juzgado de manera voluntaria para comunicar que quería hablar sobre este asunto. Esa primera toma de contacto hace ahora un mes se produjo casi de forma simultánea a la decisión del magistrado Manuel García Castellón de citarle en las pesquisas por los delitos de cohecho y revelación de secretos. 

Su interrogatorio, que probablemente se fijará para la segunda quincena de enero según las fuentes consultadas, tendrá lugar tras oficializarse el pasado 12 de diciembre el cese de la relación laboral con la eléctrica. Pese a que su marcha se formalizó ese día y se produjo de "mutuo acuerdo" entre las partes, la propia Iberdrola decidió prescindir de sus servicios semanas antes por pérdida de confianza, según fuentes de la compañía de Galán. Con todo, Asenjo siguió figurando en activo en la plantilla hasta que no se ha firmado su salida.

Credenciales capadas

Respecto a sus últimas horas en la eléctrica, la defensa legal de Asenjo recoge en su escrito que éste salió de las oficinas de Iberdrola "sin saber que ya no volvería a ella debido a una indisposición que acabó con él en urgencias"; hecho que derivó en una cirugía de corazón y su posterior baja médica. Desde ese momento, siempre según su versión, el acceso a la intranet y correo electrónico quedaron capados e inutilizadas sus credenciales. "La pública difusión fue la sorprendente forma querida por su empleador para la fehaciente notificación de la relación laboral que les unía", reza el documento en alusión a que se enteró de su despido a través de los medios de comunicación. 

Precisamente por ello muestra su ofrecimiento a declarar por los contratos que costaron a Iberdrola 1,1 millones de euros, llegando incluso a pedir al magistrado que no demore en exceso su citación puesto que ya está recuperado por completo de su baja médica. Ello es así porque el policía, del que figuran en la causa audios con el comisario jubilado, asegura que la publicación de estas escuchas ha hecho que se haya convertido en "mero objeto de mercadeo por carroñeros de ajenas desgracias que emplean esta pieza separada para sus insidiosas maquinaciones".

Igualmente, Asenjo, que aterrizó en la compañía en julio de 2001, solicita al magistrado al frente del caso Tándem que se le pueda facilitar la acusación que presentó la Fiscalía Anticorrupción y que dio pie a la apertura de esta pieza y los informes policiales en los que el Ministerio Público se ha apoyado. Alega esta petición razonando que, al tratarse de una pieza secreta, no sabe de qué se le acusa más allá de todas las informaciones publicadas en prensa sobre este asunto. Las mismas han puesto de manifiesto que la primera vez que la multinacional recurrió a los servicios del agente encubierto fue en 2004 y, la última, en 2016, apenas unos meses después de la jubilación de Villarejo.

Medidas cautelares

Además, solicita al Juzgado que no se le impongan medidas cautelares teniendo en cuenta que hay un riesgo "inexistente" de fuga ahora mismo, así como de destrucción o alteración de pruebas. Cabe destacar que su 'homólogo' en el BBVA, Julio Corrochano, sí tuvo que hacer frente a la imposición de una fianza de 300.000 euros para continuar en libertad provisional. El policía, que fue imputado en la pieza sobre los encargos del banco en calidad de exjefe seguridad, logró de esta forma evitar la prisión, aunque el instructor le impuso otras medidas cautelares tales como prohibición de salir de España, retirada del pasaporte y comparecencias mensuales en el juzgado.

En lo que respecta a la pieza de Iberdrola, figuran como investigados hasta el momento Asenjo, Villarejo y su socio en el Grupo Cenyt Rafael Redondo. Ambos fueron citados para declarar en la Audiencia Nacional hace unas semanas si bien García Castellón suspendió los interrogatorios, por lo que todo apunta que se les volverá a llamar ya en el próximo año. Iberdrola, por su parte, ha negado encargos de espionaje al comisario retirado aunque los audios que obran en el sumario reflejan como la eléctrica recurrió en varias ocasiones a sus servicios para vigilar a plataformas vecinales contrarias a la instalación de una central en Cádiz o bien para controlar a accionistas que podrían estar detrás de posibles maniobras para hacerse con el control de la compañía vasca. 

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