Los detenidos por la muerte del profesor dicen que solo lanzaron una patada al aire

Los detenidos por la muerte de un hombre en la Florida dicen que solo lanzaron una patada al aire
Los detenidos por la muerte de un hombre en la Florida dicen que solo lanzaron una patada al aire
Europa Press

El profesor de 33 años David Carragal ha fallecido una semana después de recibir una paliza brutal en el barrio de La Florida en Oviedo. Eran las cuatro y media de la mañana cuando se marchaba, junto a dos amigas, en busca de un taxi. Mientras ellas miran el móvil para ver el tiempo que faltaba para que llegara un fuerte golpe les hace girarse bruscamente. A escasos metros detrás iba su amigo. Ellas relatan como vieron a tres jóvenes darle fuertes golpes mientras estaba inconsciente en el suelo. Una primera patada le habría dejado así. Ellas, enfermeras, temieron por su vida desde el primer momento. Carragal será velado el próximo jueves en el pueblo que le ha visto nacer y crecer, Cudillero. Los tres jóvenes mantienen que ellos dieron una patada al aire y salieron corriendo. Este joven que amaba el deporte ingresó en el hospital con un traumatismo craneoencefálico.

Los detenidos aseguran que fue la víctima quien les increpó y que uno de ellos hizo el gesto de darle una patada, pero que ni siquiera saben con seguridad si llegaron a darle. Esa es la versión que están sosteniendo los detenidos, según ha confirmado su defensa jurídica a Europa Press. Los tres jóvenes, acudieron por voluntad propia a un despacho jurídico acompañados de familiares y con la voluntad de declarar. Afirman que no eran conscientes de su implicación porque esa noche hubo más peleas en las fiestas y no relacionaron la magnitud y detalles publicados en los medios de comunicación con lo que para ellos no fue más que un altercado.

El incidente, sostienen, no fue por tabaco, ya que ellos son deportistas y no fuman. Explican que se encontraron en un semáforo con el fallecido, que iba con dos chicas y hubo cruces de miradas. El joven de 33 años les habría increpado y fue en ese momento cuando uno de los tres jóvenes le hizo el gesto de darle una patada pero no saben con seguridad si le llegó a dar. No tiene la certeza de haberle tocado o si se desequilibró al esquivarla. Vieron cómo se tambaleaba pero no llegaron a verlo en el suelo porque salieron corriendo.

Carragal Garay era muy conocido en el pueblo por su gran sonrisa, por su amor por el deporte, por haber enseñado a nadar a más de un vecino, por ser el socorrista más querido de la zona, por ganarse la vida de trabajo en trabajo (Disney lo ficho durante tres veranos como socorrista). Ahora su familia ha decidido donar sus órganos, con los que probablemente salve la vida de hasta cinco adolescentes. El joven tenía previsto presentarse a las oposiciones de magisterio. No tenía muy claro que pudiera aprobar, y por eso el pasado sábado llegaba a Madrid desde Londres, donde había conseguido un trabajo para dar clases en un colegio a partir de septiembre. 

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