Así afrontan Sánchez, Rivera, Iglesias y Rajoy la campaña electoral más reñida

    • Rajoy, al que la encuestas dan como ganador, no tendrá fácil gobernar de nuevo, pero llega optimista y tratará de convencer de que es el único que puede sacar a España adelante.
    • Sánchez ha hecho apuestas arriesgadas, pero está convencido de que va en buena dirección. Las encuestas refuerzan al partido de Rivera e Iglesias pierde fuelle y nota el cansancio.
Rajoy buscará este sábado en Toledo una foto de unidad tras una 'semana negra' en las filas del PP
Rajoy buscará este sábado en Toledo una foto de unidad tras una 'semana negra' en las filas del PP

Las elecciones generales del próximo 20 de diciembre serán, posiblemente, las más reñidas de la democracia. Los pactos para gobernar España los próximos cuatro años serán imprescindibles y la campaña, previsiblemente dura, se saldrá de lo habitual, porque en esta ocasión son cuatro los partidos los que se disputan la posibilidad de gobernar España.

Sin embargo, tras conocerse las últimas encuestas, los candidatos de estos cuatro partidos -Mariano Rajoy (Partido Popular), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos)- parten con diferentes estado de ánimo en un escenario en el que cada voto será determinante.

Mariano Rajoy sale convencido de que será la fuerza más votada, así lo reflejan todas las encuestas, pero consciente de que solo un partido, Ciudadanos, podría permitirle gobernar si la aritmética electoral lo permite. En cualquier caso, la negociación con los responsables del partido naranja no será fácil.

Rajoy comienza la campaña optimista, y los logros económicos, como la última EPA, serán sus principales argumentos. Los 'populares', tras el retroceso de Podemos en estimación de voto, ven como rival a Ciudadanos y tratarán de vender el voto útil, ante un escenario en el que aseguran, un gobierno de izquierdas puede llevar al traste los logros.

Pese a que el PP suele ser una piña, en esta ocasión no han faltado voces críticas sobre la oportunidad de que Rajoy repita como candidato. Su aparente desconocimiento de la realidad cotidiana, su poco contacto con la calle y los asuntos de corrupción, que ha tratado de atajar, serán sus principalesrivales. Posiblemente sus responsables de campaña tratarán de que Rajoy se acerce a los ciudadanos, confiados en que no sea demasiado tarde.

Rajoy y sus candidatos tratará de hablar poco de Podemos, pero advertirá de los riesgos que supone que el PSOE pueda pactar con fuerzas populistas, como sucedió tras las autonómicas y municipales. El PP tratará de convencer a los electores que Ciudadanos es una fuerza de izquierdas, con un programa socialdemócrata.

Las últimas encuestas sitúan al Partido Socialista como la segunda fuerza política más votada, pero también muestran el ascenso imparable de Ciudadanos, que será determinante tras el 20 de diciembre. Pedro Sánchez ha optado por fichajes fuera del partido, un asunto que le ha costado más de un reproche y ha decidido poner sobre la mesa temas como la religión en las aulas, que ha sido considerado inoportuno incluso dentro de su partido.

Colocar a la ex diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) Irene Lozano en el puesto cuatro de la lista de Madrid ha sido una apuesta arriesgada de Sánchez, que le ha costado, entre otras cosas, el distanciamiento con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Sánchez, aparentemente motivado pese a sus cuestionadas decisiones, ve como rival a Ciudadanos, no han faltado los reproches hacia la formación de Rivera, pero es más que previsible que sea la primera fuerza con la que hable tras el 20D. Su discurso situará a Ciudadanos en el centro-derecha y se insistirá en que no se pactará con Podemos.

Pese a todo, el comienzo de la precampaña socialista ha comenzado obviando a Ciudadanos y a Podemos, al menos en sus anuncios en internet, en los que destaca que el 20-D es un duelo entre dos: Pedro Sánchez y Mariano Rajoy.

Ciudadanos se ha convertido en la sorpresa en las encuestas, tras el descuelge de Podemos. El partido naranja tratará de vender su apuesta por reactivar la economía, garantizando la libertad de mercado y cumpliendo todos los compromisos adquiridos por España, garantizando la libertad de mercado.

El bipartidismo -como se pudo ver ayer durante el acto de Rivera en Madrid- será el enemigo a batir, una vez que Podemos resulta menos rival, tras su caída en las encuestas y la falta de un programa sólido.

Rivera se muestra confiado en que los próximos dos meses atraerá nuevos votantes -incluso de Podemos- para poder hacer realidad su proyecto socioliberal y no faltarán durante la campaña propuestas innovadores como acabar con las diputaciones provinciales y otros organismos que se convierten en cementerios de elefantes o, simplemente, como lugares en los que colocar amigos, según aseguraron ayer los dirigentes de la formación naranja.

Las críticas a Ciudadanos partirán de todas las formaciones y la formación de Rivera deberá enfrentar una dura campaña, que aseguran se les hará corta.

Podemos llegó a situarse en algunas encuestas de hace meses como la formación más votada, pero las cosas han cambiado radicalmente. Podemos, según los sondeos, cae al cuarto puesto, tras un arranque espectacular, pero posiblemente a destiempo. Las críticas, la marcha atrás en su propuestas y su supuesto giro al centro han desgastado a la formación morada.

Algunos medios han apuntado que su hiperactivo líder, Pablo Iglesias, está cansado y podría ceder protagonismo a su compañero Iñigo Errejón. La número tres de la formación, Carolina Bescansa, incluso ha reconocido que es más que será muy difícil ganar.

Hoy mismo, el que fuera número dos de la formación, Juan Carlos Monedero, ha asegurado sobre la posibles acuerdos tras el 20-D que solo pactarán con el PSOE "si hace ayuno y oración", señalando que podría llegar a pactos con Ciudadanos -que será durante la campaña un rival a batir- en asuntos relacionados con la regeneración democrática.

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