La intrahistoria de la decisión política

Así cocinó Iglesias su órdago: reunió al núcleo duro al ser candidato Gabilondo

El primero con quien compartió la maniobra fue Juanma del Olmo. Luego se lo dijo a Julio Rodríguez, Montero, Echenique... La clave: “Teníamos que evitar una alfombra roja a Ayuso”.

Pablo Iglesias
Así cocinó Iglesias su órdago: reunió al núcleo duro tras nombrar a Gabilondo. 
Europa Press

Pablo Iglesias pergeñó la decisión de dimitir como vicepresidente segundo del Gobierno el pasado jueves, apenas 24 horas después después de que Isabel Díaz Ayuso disolviera las Asamblea de Madrid para convocar elecciones, y la confirmó cuando el PSOE decidió que Ángel Gabilondo fuera su candidato. El líder de Unidas Podemos asumió en ese momento que se encontraba ante una oportunidad única y optó por sacrificar su continuidad en el Gobierno de coalición que tanto le había costado en 2019. Lo sabían muy pocas personas, menos de una decena. El objetivo, y así se lo trasladó a su núcleo duro, es claro: intentar evitar un Ejecutivo autonómico del PP con Vox. Diferentes dirigentes de Unidas Podemos implicados en la operación reconstruyen para La Información cómo se fraguó la operación a lo largo de todo el fin de semana.

Abril de 2016. Iglesias entrevista a Iván Redondo en La Tuerka. El hoy jefe de gabinete de Sánchez en Moncloa se sinceraba: "Analiza tu punto de partida, define tus objetivos, define tu estrategia y haz un plan de acción. Y la clave de un plan de acción siempre es el calendario, el tiempo en política siempre es lo más importante. Como me dijo un socialista hace muchos años: Iván, al final todo el mundo acaba cadáver, sólo es cuestión de tiempo. El que controle el tiempo, gana". Iglesias no ha recurrido a asesores para tomar su decisión, la más arriesgada de su carrera política. La asumió él solo, sin ayuda, pero sí con la certeza de que el momento era este. Ayuso o él. El tiempo fue clave.

El mismo jueves Iglesias descuelga el teléfono. Llamó a Juanma del Olmo, persona imprescindible en toda su trayectoria política y primero en conocer la ya conocida como ‘Operación Baron Noir’, en referencia a la ficción francesa que Sánchez recomendó a sus ministros. "Juanma, he pensado en presentarme en Madrid", le confiesa. Es un momento histórico para la formación y ambos son conscientes desde el primer momento de lo que supondría el movimiento. Empiezan a trabajar conscientes de que el 4-M se juegan mucho.

El mismo jueves es un día de intensas llamadas en Unidas Podemos. El propio Iglesias va hablando, uno a uno, con sus pretorianos. Julio Rodríguez, Yolanda Díaz, Pablo Echenique, Ione Belarra, Nacho Álvarez, Manu Levin -hombre clave en el discurso pablista-, Irene Montero e Isa Serra son las personas que conocen las intenciones del líder. Entre ellos nueve cocinan todo.

El jueves, por la tarde, Iglesias les convoca a todos a una reunión. Asisten los ocho. Es, según uno de los presentes, una cita "preparatoria". Van dando su opinión. Es unánime: "Jugadón", un "bombazo"... "A Isa la iban a inhabilitar y nos quedábamos sin la candidata", concluyen. Pero aún no estaba la decisión tomada. Faltan algunas claves. Los teléfonos no paran de sonar durante horas intensas. Siempre con discreción ya que no quieren que se filtre nada.

La "oportunidad" se hace más clara para Iglesias y los suyos el viernes. El PSOE elige a Ángel Gabilondo de candidato y en Unidas Podemos ven aún más necesario dar el golpe sobre el tablero. "Era el movimiento que hacía falta, hemos hecho de la necesidad virtud", explica otra fuente presente en la toma de la decisión. Esa mañana de viernes Iglesias vuelve a reunir a sus pretorianos y es en ese momento cuando se toma la decisión definitiva, según coinciden las fuentes consultadas. El movimiento de Sánchez y mantener al ganador de las elecciones en Madrid como cabeza de cartel es decisivo para el órdago de Unidas Podemos.

El sábado y domingo Iglesias y sus pretorianos mantienen en todo momento la decisión en secreto. El líder sigue sondeando a sus colaboradores y viendo pros y contras. No quiere dar nada por definitivo hasta que no se confirme la convocatoria electoral, momento que llega el mismo domingo vía TSJM. "Adelante, nos la jugamos". El lunes sólo falta comunicar la operación a los diferentes responsables de comunicación, que se enteran unos minutos antes de que el todavía vicepresidente segundo grabara en el ministerio el vídeo comunicando la decisión.

Este lunes Iglesias también llama a Sánchez y le transmite que dimitirá nada más arrancar la campaña electoral. La misma comunicación se repite entre Del Olmo y Redondo. El último servicio de Iglesias será intentar arrancar al PSOE una Ley de Vivienda que regule los alquileres. El presidente del Gobierno no sabía nada y recibe el anuncio con resignación. Está camino de Francia y, según comentan en su entorno, podría en los próximos días encajar varias piezas más en el Gobierno. No se descarta. El líder de UP no tenía por qué advertir el jefe del Ejecutivo de su jugada al igual que el PSOE no hizo participe a sus socios de coalición de las mociones de censura en Murcia.

¿Por qué Iglesias ha decidido sacrificar su carrera política nacional después de lo que le costó llegar a la Vicepresidencia? Hay que recordar que en el verano de 2019 ya renunció a entrar en el Gobierno. "Abre una oportunidad única que no existía hasta hace una semana". El fin de semana la estrategia se reafirmó a raíz de las encuestas que se iban publicando: "Los sondeos decían que iba a ser una alfombra roja para Ayuso y que la ultraderecha podría llegar por primera vez a un gobierno", añaden. "Eso sería demoledor para la democracia y había que hacer algo para intentar evitarlo", concluyen.

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