Hace un mes que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el brote de ébola más grave de la historia en tres países africanos: Guinea, Liberia y Sierra Leona.
Las cifras de infectados y muertes han aumentado considerablemente desde entonces, y las preocupaciones empeoraron cuando dos trabajadores humanitarios estadounideses se contagiaron del virus en Liberia. Al parecer los dos infectados por el virus mortal son el doctor Kent Brantly y la misionera Nancy Writebol.
Para transportar de África a EEUU a enfermos y no infectar a los tripulantes del avión, el Centro para el Control de Enfermedades y una empresa estadounidense montaron en un reactor Gulfstream III una cámara de aislamiento. Uno de los estadounidenses llega este sábado, mientras que el segundo lo hará a los pocos días.
Esta cámara tiene la finalidad de proteger de un posible contagio a la tripulación. Este jueves el avión realizó un vuelo de prueba con destino a Liberia.
Los dos estadounidenses ya han sido trasladados desde África a Atlanta, donde serán atendidos en el Hospital de la Univesidad de Emory, cuya unidad especializada es una de las más sofisticadas del mundo.
El Gulfstream III utilizado, construido en Georgia, perteneció a la Fuerza Aérea Real Danesa, que lo vendió en 2005 a un proveedor de apoyo aéreo militar Phoenix Air, conocido por proporcionar apoyo y formación al Departamento de Defensa de EEUU.
Phoenix Air cuenta con dos Gulfsteam III para tareas de transporte rápido de carga y ambulancia aérea. Cuenta con uno de los reactores más avanzados del mundo y puede trasladar enfermos a distancias intercontinentales.
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