Así viven los vecinos la DANA: "Toda la noche en vela... escuchando el cielo"

La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) dejó miles de rayos en buena parte de Castilla-La Mancha. EFE/ Mariano Cieza Moreno
La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) dejó miles de rayos en buena parte de Castilla-La Mancha. EFE/ Mariano Cieza Moreno

"Toda la noche en vela... escuchando el cielo" es la sensación generalizada con la que, la noche de este jueves, se han quedado los vecinos de la pedanía lorquiana de Campillo que, pegados a sus ventanas, han pasado las horas en vela por miedo a que esta histórica gota fría golpease al lugar con la misma intensidad con que lo hizo hace siete años. El desbordamiento del Segura ha reforzado el agobio de los cientos de damnificados de la Región de Murcia que atribuyen el riesgo de inundación en la zona a la modificación humana de los cauces naturales de las ramblas.

Los vecinos de esta localidad han vivido con angustia la madrugada de este viernes por temor a que la gota fría tuviera los mismos efectos que en 2012, cuando causó cinco muertos y arrasó 300 casas, por lo que algunos abandonaron sus hogares antes del inicio de las tormentas, y otros se atrincheraron en las buhardillas y plantas altas con víveres, agua y los teléfonos móviles.

El presidente de la asociación de vecinos de Campillo, Joaquín Giner, ha reconocido que la noche ha sido "bastante difícil, porque cayó mucha agua y los brazales iban a tope", lo que hizo que la "incertidumbre, el temor y la angustia" fuera máxima entre los habitantes de la diputación ante la previsión meteorológica.

"Me da miedo volver a mi casa"

En el municipio de Molina de Segura, una de las zonas más castigadas por el temporal y donde más de un centenar de personas han tenido que ser desalojadas de sus viviendas, María Dolores, que vive en una pequeña pedanía, cuenta como, tras ir a recoger a su hija al colegio, le fue imposible volver a su casa por la crecida del río. "Nos tuvimos que ir todos a casa de mi madre a dormir, que vive en el casco urbano de Molina".

Esta  vecina ha asegurado que "ahora, miedo me da volver a mi casa. No sé lo que me voy a encontrar cuando llegue". Y es que cada temporal supone un sinvivir para los vecinos, que atribuyen el peligro de inundación de esta territorio a la modificación de los cauces naturales de las ramblas por la mano del hombre.

Los bajos se inundan mientras él espera en el primer piso

En un primer piso de la calle del Río Eo de Los Alcázares vive Antonio Castillo, un hombre de 70 años que no ha salido de su casa al ser alertado por el servicio municipal de teleasistencia, pero que ha visto cómo las viviendas de la planta baja están inundadas y no han acudido todavía los servicios de emergencia, a pesar de que, según le han asegurado los vecinos de estas casas, lo han solicitado. Castillo ha explicado que todas las calles de su zona están llenas de agua todavía y que las lluvias durante la pasada noche fueron muy fuertes.

En las ciudades las incidencias del temporal se han dejado notar, aunque algo menos. Rocío, vecina de la pedanía murciana de Torreagüera, no ha sufrido daños materiales en su vivienda, que es un primer piso, pero no ha ido a trabajar siguiendo las recomendaciones de no utilizar el vehículo privado. Sí ha salido a la calle una vez ha amainado la lluvia, donde ha comprobado que no ha sido la única a la que el temporal ha obligado a permanecer en casa: "Prácticamente, todos los comercios estaban cerrados, también los talleres, incluso algunos bares".

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