Asociación laica paraguaya pide el envío a EE.UU. de cura acusado de abusos

Asunción, 25 sep.- La Asociación de Laicos del departamento paraguayo de Alto Paraná pidió el envío a Estados Unidos del cura argentino Carlos Urrutigoity, acusado allí de abusos sexuales, quien fue acogido en Paraguay por el obispo Rogelio Livieres, cesado hoy por el papa Francisco.

Urrutigoity fue rector del seminario de la diócesis de Ciudad del Este y hombre de confianza de Livieres, que lo nombró vicario general hace dos años.

"No pueden estar con jóvenes personas que tienen esa debilidad, esa enfermedad", dijo a Efe Javier Miranda, uno de los líderes de la asociación laica, en referencia a los supuestos abusos sexuales.

Miranda pidió que las autoridades eclesiales envíen de vuelta a Estados Unidos al sacerdote argentino.

Urrutigoity, que está en Ciudad del Este desde hace nueve años, fue acusado en 2002 por un estudiante de la Academia Saint Gregory en Pensilvania (EE.UU.) de haberle ofrecido "dirección espiritual" durmiendo con él y más tarde de asaltarle sexualmente junto al reverendo Eric Ensey.

Esa denuncia fue seguida de al menos otras tres acusaciones de compartir cama y aproximaciones sexuales de otras personas, que se resolvieron con altas indemnizaciones, según varias fuentes.

El arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, sugirió en junio pasado reabrir una investigación para averiguar si son ciertas las acusaciones, a lo que Livieres respondió llamándole "homosexual" en actos públicos y ante medios de comunicación.

El Vaticano anunció este jueves de forma simultánea en Roma y Asunción la destitución de Livieres, que se encuentra en la capital italiana actualmente y quien se había negado a renunciar, como le pidió la Santa Sede.

La decisión de destituirlo está "determinada por serias razones pastorales, (y) obedece al bien mayor de la unidad de la Iglesia de Ciudad del Este y de la comunión episcopal en Paraguay", dijo el Vaticano en una declaración.

En una rueda de prensa en la capital paraguaya, el nuncio apostólico en Asunción, Eliseo Ariotti, mencionó las "irregularidades" en el seminario y el "descontento" entre los fieles en la diócesis.

Miranda acusó a Livieres de abrir sin el aval del Vaticano o la Conferencia Episcopal Paraguaya el seminario, en el cual existía "un descontrol total", a su juicio.

Dijo que el obispo ordenó a sacerdotes tras solo dos años de estudios y dio confirmaciones a menores con tan solo 10 años, algo que, según él, viola los reglamentos eclesiales.

Miranda también indicó que Livieres vendió bienes de la diócesis "sin que se sepa a dónde fue el dinero, nunca fue transparente".

Miranda era coordinador de catequesis de una parroquia de Ciudad del Este hasta que junto con otros líderes laicos cuestionó la presencia de Urrutigoity en la diócesis, que se conoció solo en 2008, según él.

Livieres le "excomulgó", junto con otros siete laicos, a quienes también prohibió ejercer cargos en la Iglesia por entre tres y cinco años.

En los últimos años la diócesis quedó dividida entre feligreses y religiosos que apoyaban al obispo, perteneciente al Opus Dei y de ideología conservadora, y los que estaban en contra de él.

Para evitar enfrentamientos entre ambos la Policía paraguaya envió este jueves una patrullera para proteger el edificio del obispado en Ciudad del Este.

Miranda celebró la decisión del papa de apartar a Livieres, que podrá seguir celebrando los sacramentos, como la eucaristía, pero solo en privado, según explicó el nuncio.

"Es una medida acertada, tarde pero llegó la justicia a la diócesis de Ciudad del Este. Ya hubo una división muy grande", dijo.