Así lo han revelado este martes efectivos de la Policía Nacional que participaron en el operativo desplegado después de que el hombre, de 58 años, se atrincherase en su vivienda con un arma amenazando con quitarse la vida si no conseguía encontrarse con su pareja, una mujer de 44 años con la que había discutido y con la que llevaba un mes de relación.
El comisario jefe de la Policía Nacional, Antonio Álvarez, ha explicado que el hombre, que se atrincheró sobre las 16,00 horas, se autolesionó con la carabina con la que había amenazado suicidarse debido al cansancio de 12 horas de negociación en las que se mantuvo con el cañón del arma dentro de la boca y con un dedo constantemente en el gatillo.
El comisario ha precisado que, tras horas en esa postura, el hombre se había llegado a hacer sus necesidades encima. Según el agente, fue en un momento en el que el hombre intentó cambiarse la ropa interior cuando, sin querer, se le disparó el arma. El proyectil salió junto a su boca y su nariz pero sin afectar a tejido óseo.
El hombre fue evacuado en ambulancia y continúa ingresado en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, donde permanece con pronóstico reservado.
LOS HECHOS
Los hechos tuvieron lugar este lunes, 25 de julio, cuando miembros de la Policía Nacional recibieron una llamada del hijo del hombre, en la que les comentaba que se había encontrado a su padre en su domicilio con una carabina en la boca y exigiendo la presencia de la mujer con la que había iniciado una relación sentimental hace un mes.
Según el comisario, el hombre y su pareja habían estado de vacaciones en Combarro (Pontevedra) junto a varios familiares hasta el sábado. Ese día, y por motivos que se desconocen, el hombre decidió regresar a Ourense, mientras que su pareja prefirió quedarse de vacaciones en compañía de su hija.
La Policía de Ourense inició un operativo que contó con el respaldo de un negociador de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de Vigo y de un grupo operativo especial de la Comisaría de A Coruña. El despliegue restringió el acceso al edificio y extremó las medidas de precaución en la calle por seguridad del vecindario.
El comisario jefe ha señalado que el operativo policial optó "por la máxima prudencia" e intentó "agotar todas las posibilidades de diálogo". Desde un primer momento, se decidió evitar la presencia de la pareja del hombre "para no ponerla en riesgo", tal y como éste había reclamado.
Álvarez Valencia ha destacado las dificultades de la negociación, que se inició por vía telefónica, que continuó a través del patio de luces de la vivienda y que, durante las tres últimas horas, tuvo lugar a "dos pasos" del hombre, tras haber entrado al piso con las llaves del hijo.
AMENAZÓ CON CORTARSE LAS VENAS
El comisario ha señalado que la intervención tuvo "varios momentos críticos", como cuando el hombre aseguró a su cuñado por teléfono que se había cortado las venas. Esta declaración forzó la entrada de la Policía en la vivienda, con la esperanza de hallar al hombre por teléfono, pero lo encontraron encañonado y con unos cortes en el brazo.
En ese momento los agentes decidieron esperar a que el cansancio y la postura incómoda que mantenía el hombre le hiciesen desistir de su intento de suicidio, algo que finalmente se produjo.
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