La Audiencia señala a Repsol en una pieza secreta sobre los trabajos de Villarejo

El juez al frente de las pesquisas por los trabajos del agente encubierto indaga también la relación del Grupo Cenyt con la petrolera y Caixabank.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, renovará por dos años.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, renovará por dos años.
EP

Los trabajos de investigación y espionaje que llevó a cabo el comisario jubilado José Manuel Villarejo parecen no tener fin. La causa penal abierta en la Audiencia Nacional para indagar todas estas actuaciones parapoliciales y que han puesto en la picota a entes como el BBVA e Iberdrola cuenta con un nuevo protagonista: Repsol. El magistrado Manuel García Castellón investiga en una pieza separada del caso Tándem y bajo secreto de sumario los pormenores de la presunta relación laboral entre la petrolera que preside Antoni Brufau y Caixabank con el entramado empresarial de Villarejo, según confirman fuentes jurídicas a La Información.

La investigación, que todavía es incipiente, trata de indagar si la empresa contrató los servicios del Grupo Cenyt en un momento en el que Sacyr Vallehermoso quería hacerse con el control de la petrolera. La constructora, bajo la presidencia de Luis del Rivero, llegó a un pacto de sindicación con la mexicana Pemex para desbancar así a Brufau, con quien mantenía un claro enfrentamiento. En el momento de los hechos, que se remontan a finales de 2011 y 2012, Sacyr tenía un 20% de capital, lo que le convertía en principal accionista, y Pemex rondaba el 10%. 

Sin embargo, el intento de asalto no llegó a hacerse efectivo porque el resto de accionistas de la constructora no respaldaban los planes de su presidente y terminaron desbancándole del cargo en beneficio de Manuel Manrique, actual presidente de Sacyr. En el marco de esta trifulca (que también alcanza a Caixabank por ser socio mayoritario de la petrolera en aquel momento) Villarejo habría intervenido ofreciéndole sus servicios, entre los que se encontraría espiar los movimientos de Del Rivero. Con todo, no es la primera vez que sale su nombre en el marco del caso Tándem puesto que el expresidente de Sacyr también habría sido objetivo del BBVA cuando éste intentó hacerse con el control del banco en 2004 con el apoyo del entonces gobierno socialista. 

Las actuaciones de Villarejo

El avance de las investigaciones abiertas en esta macrocausa ponen de manifiesto que el comisario jubilado utilizó con Repsol el mismo 'modus operandi' que había aplicado ya a otras empresas del Ibex 35, para ofrecerle sus servicios de información con supuestos "informes de inteligencia" sobre posibles enemigos empresariales. Fuentes jurídicas han reconocido en varias ocasiones que, hace más de una década, Villarejo contaba con un gran prestigio como policía y tenía acceso a mucha información sobre procesos de investigación que se realizaban en tramas empresariales, con lo que logró ser contratado por muchas de estas compañías, en las que además solía contar con el apoyo del responsable de seguridad. En el caso de Repsol, el director de este departamento y el que se habría relacionado con Cenyt fue Rafael Araujo.

En el caso de la petrolera, la posible alianza entre el entonces presidente de Sacyr, Luis del Rivero, con la mexicana Pemex, y la amenaza que eso suponía para la petrolera española, eran el caldo de cultivo ideal para los equipos del comisario, entrenados en las tácticas policiales de obtención de información, para cruzar datos y generar en Repsol la necesidad de sus servicios. Fuentes policiales cercanas entonces a este tipo de casos advierten que la clave de los trabajos de Cenyt no estaba tanto en los informes finales que aportaba al cliente, sino en generar 'a priori' la necesidad de tenerlos, "para ponerles después un precio elevado que a este tipo de directivos no les importaba pagar por tener información privilegiada de sus enemigos".

Tras leer los periódicos especializados y consultar a otros empresarios del sector energético para estar al tanto de todo lo que ocurría en esa trama, el comisario se 'vendía' como poseedor de datos con capacidad para contrastarlos con la misma Policía y ofrecer un servicio a medida y de alta calidad con información y análisis que no tenía nadie. Fuera cierto o no que obtenía esos datos de sus 'amistades' en la Policía, el caso es que empresas como Iberdrola y el BBVA, dentro de las conocidas hasta ahora, no dudaron en pagarle cantidades millonarias por esos servicios, incluso contratarle otros de investigación privada para lograr pagos de morosos o hacer informes de riesgo-país.

Las investigaciones de Cenyt

De hecho, en sus propuestas de trabajo con sus potenciales clientes Villarejo y su socio, el abogado Rafael Redondo, ofrecían informes muy detallados de los servicios a prestar así como la forma de proceder en aras a comunicar el avance de los trabajos contratados. Así se refleja, por ejemplo, en el documento de oferta técnica que el agente encubierto envió a Iberdrola con motivo del último trabajo que realizó para la eléctrica y que cerró en diciembre de 2016. En el mismo, Villarejo explicó su forma de cometer los encargos (por los que la eléctrica abonó 1,1 millones de euros) y cómo comunicaría el avance de las pesquisas: "de manera verbal y directa", de acuerdo con dicho documento al que ha tenido acceso La Información.  

Lo cierto es que, sea como fuere, y a falta del avance de las pesquisas en esta pieza secreta del caso Tándem, los investigadores siguen estrechando el cerco a los clientes que tuvo el policía al considerar que se cometieron delitos de cohecho (por realizarse estos trabajos mientras era funcionario y con medios de la Policía), revelación de secretos y en determinados casos incluso corrupción entre particulares, puesto que algunos de los investigados en la macrocausa habrían recibido dádivas en aras a facilitar las contrataciones con Cenyt. Villarejo, por su parte, insiste en defender que todos estos trabajos eran legales y no solo eso sino que, además, contaron con el plácet de la Policía Nacional. 

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