La presión sobre la ministra de Justicia, Dolores Delgado, aumenta a medida que se siguen conociendo más detalles de su extensa conversación con el exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, el excomisario de Policía José Manuel Villarejo, hoy en prisión, y otros tantos mandos policiales durante un almuerzo en un restaurante de Madrid el pasado año 2009.
Según publica moncloa.com, que está haciendo públicos los audios grabados durante aquel encuentro, la ministra reconoció haber visto a un grupo de miembros del Tribunal Supremo y de la Fiscalía General del Estado con menores durante un viaje a Cartagena de Indias (Colombia). Delgado relata que en dicho viaje iba con una magistrada de la Audiencia Nacional, además de gente del Supremo, la Fiscalía, catedráticos, etc. Durante su exposición, explica que intentaron quedar con ellos "y nos dijeron que no", por lo que ambas decidieron salir a cenar solas. "Ella y yo solas, palabra de honor", dice.
Después de la cena fueron a tomar unos mojitos a un sitio que les recomendaron. "Nos vamos allí las dos, estamos sentadicas las dos solas y cuál es nuestra sorpresa cuando vemos al grupo de tíos del Supremo, de la Fiscalía General...", comenta. Otro de los asistentes puntualiza: "Con unas tías de 17 años". "Menores de edad", enfatiza la entonces fiscal.
Delgado relata cómo los compañeros de viaje se sintieron incómodos tras ser vistos por ella y su compañera. "Se levantaron a toda pastilla cuando nos vieron, empezaron con el agobio de que nos habían visto". Los jueces y fiscales se excusaron diciendo que eran "camareras del hotel, que nos han dado pena y han venido y no sé qué", cuenta.
La ministra justificó este martes en un desayuno informativo dichos audios en los que también se le escucha lanzar comentarios de corte homófobo sobre su compañero el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, entonces juez de la Audiencia Nacional. Delgado se mostró muy dolida. "Marlaska es amigo mío desde 2004. Es una persona a la que quiero. Este tema me ha dolido y mucho", lamentó. "Las grabaciones se cortan, se pegan, se ponen y se quitan. Entraremos al fondo de eso porque estoy enfadada. No voy a permitir bajo ningún concepto que nadie cuestione mis principios, mi honorabilidad y mi honestidad.
En un primer momento, la ministra de Justicia negó rotundamente cualquier relación con el excomisario Villarejo, acusado de los delitos de pertenencia a organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales. Después tuvo que rectificar y matizó diciendo que "tiene recuerdo de haber coincidido con el comisario en tres ocasiones junto con otros mandos policiales y cargos judiciales". Delgado denunció que la filtración de las conversaciones es una "estrategia procesal" del comisario retirado basada en "atacar al Estado".
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios