Aulas digitales, pero también provisionales

  • El uso masivo de barracones en Comunidades como Valencia o Cataluña dificulta la inclusión, en los plazos marcados, de nuevas tecnologías en las clases
Manuel Valiño
Manuel Valiño

Ordenadores portátiles, pizarras digitales, conexión inalámbrica… El Ministerio de Educación se ha propuesto convertir en cuatro años todas las clases "e;tradicionales"e; de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de ESO en aulas del siglo XXI, perfectamente adaptadas a las nuevas tecnologías. Antes de que acabe el curso, el departamento que dirige Ángel Gabilondo prevé que 392.000 alumnos y 20.000 profesores de toda España dispongan de un ordenador portátil que podrán utilizar en más de 14.400 salas digitalizadas. Pero ese afán por modernizar en tan poco tiempo el interior de los recintos choca con la incapacidad que demuestran algunas comunidades para ofrecer en plazos aceptables espacios educativos en condiciones.

El ejemplo de Cataluña es claro: será una de las primeras regiones en firmar el convenio con Educación -en las próximas semanas- para lanzar el programa Escuela 2.0. Ese plan converge, además, en esta Comunidad con el Proyecto 1:1 de la Generalitat, que afectará a 325 centros durante este curso. Sin embargo, el número de aulas prefabricadas que el Gobierno regional ha dispuesto para este año es de 863 (más de un millar si sumamos las que sirven como bibliotecas, comedores, etc… ), sólo 40 menos que en septiembre de 2008. El compromiso del Departamento de Educación es que la estancia media de los escolares en los barracones no supere los dos años. "e;Aunque, efectivamente, los barracones no suelen estar mal acondicionados, deben ser siempre una solución provisional"e;, explica una portavoz del sindicato de Enseñanza ANPE. "e;Hay una planificación poco ajustada a la realidad"e;, añade.

La que sí parece haber hecho los deberes es Madrid, que inicia el curso con 17 aulas prefabricadas. Son 12 menos que el año anterior y suponen la cifra más baja de los últimos 20 años, según la Comunidad. La consejera de Educación prometió, además, hace dos semanas, abrir más de medio centenar de nuevas escuelas públicas a lo largo del curso. "e;Las Comunidades Autónomas tienen un impulso por construir centros nuevos mucho mayor que el que tienen para el mantenimiento de los existentes"e;, explica la misma representante sindical, que indica que es por eso por lo que "e;las obras se eternizan"e; y hacen necesarios los barracones. "e;Es una barbaridad y una falta de respeto a las familias"e;, concluye.

"e;Falta de prioridades"e;

Bastante peor es el caso de la Comunitat Valenciana. Resulta prácticamente imposible que en los cuatro años que se ha fijado de plazo el Ministerio de Educación para digitalizar las clases haya desmontado las más de 1.000 (1.028) aulas prefabricadas que utilizarán este curso 22.000 alumnos, según los datos aportados por la Consejeria de Educación. Y esa cantidad de barracones ya implica una reducción de un 20% con respecto al año anterior. El sindicato FETE-UGT calcula que la Generalitat tardará al menos seis años más en terminar de construir los más de 350 centros educativos contemplados en el plan Creaescola -de 2004- que aún no están disponibles. Dos años más de los previstos por Gabilondo. Es esa "e;actividad de construcción escolar"e; la que provoca que el alumnado tenga "e;que ser reubicado en aulas provisionales durante la construcción de los centros"e;, explican desde Educación.

Algunos barracones son "e;nuevos por falta de planificación, otros ya antiguos, otros por obras y otros para atender a alguna enseñanza o necesidad puntual"e;, según FETE-UGT. Sea cual sea la causa, la solución para acabar con el uso masivo de aulas prefabricadas en Valencia y Cataluña no parece sencilla. Y el peor efecto podría ser que la intención de adaptar el sistema educativo al uso de las nuevas tecnologías se quedase por el camino. "e;Son incongruencias que radican en la falta de orden de prioridades"e;, resume el sindicato ANPE.

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