Aumenta presión a Al Maliki para gobierno de unidad que detenga a yihadistas

Bagdad, 26 jun.- La formación de un gobierno de unidad en Irak, donde la ofensiva encabezada por los yihadistas avanza sin tregua, es la única solución posible a la actual crisis para la comunidad internacional, a pesar de la oposición del primer ministro iraquí en funciones, Nuri al Maliki.

EEUU, Francia y el Reino Unido presionaron hoy a Al Maliki, que se opone tajantemente a esa posibilidad, al insistir en que sólo un Ejecutivo que incluya a todos los iraquíes puede frenar la rebelión suní liderada por el Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL).

Desde París, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, y el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, abogaron juntos por la necesidad de crear un gobierno de unidad nacional porque está en juego no solo la unidad de Irak, sino toda la región.

París y Washington condenaron "con la mayor firmeza" las acciones cometidas por esos grupos y desean el establecimiento de ese Ejecutivo de unidad "con la mayor rapidez" ante la "gravísima" situación en el país.

A la misma hora que comparecían Fabius y Kerry, el jefe de la diplomacia británica, William Hague, llegaba a Bagdad para presionar a Al Maliki, como dos días antes había hecho el secretario de Estado de EEUU, que mañana viajará a Arabia Saudí para insistir en ello.

La prioridad de Irak debe ser "la formación de un Gobierno inclusivo que pueda gestionar el apoyo a todo el pueblo iraquí y trabajar para detener al EIIL", dijo Haugue, según una nota difundida por el Ministerio de Exteriores británico.

La iniciativa del gobierno de unidad, que partió de los propios partidos políticos iraquíes, obtuvo en las últimas horas el respaldo del destacado clérigo radical chií Muqtada al Sadr, que pidió que se acelere su formación con todos los sectores del pueblo iraquí.

"El Gobierno (de Al Maliki) debe comprometerse a responder a las demandas pacíficas y legítimas de los suníes moderados que han sufrido la marginación y exclusión", dijo en un discurso anoche.

Al Sadr pidió a suníes y chiíes que condenen conjuntamente a las organizaciones terroristas de ambos grupos, al advertir de que no se puede incluir en un diálogo a yihadistas y miembros del partido Baaz (del exdictador Sadam Husein), porque "son repudiados por todos, aunque eso no significa que se quiera excluir a los suníes".

El proceso para nombrar el nuevo Gobierno iraquí comenzará el próximo martes, para cuando se ha convocado la primera reunión del Parlamento, en la que está prevista la elección de su presidente y en la que podría nombrarse también al nuevo jefe del Estado, que sustituirá al kurdo Yalal Talabani.

Una vez elegido el nuevo presidente de la República, éste debe llamar a la coalición que logró el mayor número de votos en las elecciones legislativas de abril pasado, el Estado de Derecho -que encabeza Al Maliki-, para que presente un candidato a ser nombrado nuevo jefe de Gobierno.

En caso de no alcanzar un acuerdo, la sesión del Parlamento quedará abierta hasta que se alcance un consenso político.

Al Maliki rechazó ayer la formación de un ejecutivo de salvación nacional en el país para intentar dar una salida al actual conflicto, al considerarlo "un golpe contra la Constitución y un intento de eliminar el proceso democrático".

Irak se encuentra inmerso en una grave crisis desatada por el avance de grupos insurgentes encabezados por el EIIL, que el pasado día 10 se hicieron con el control de Mosul, la segunda ciudad del país, y desde allí han progresado por otras zonas del norte y el centro.

Al Maliki confirmó hoy a la cadena británica BBC que Siria efectuó esta semana bombardeos contra militantes yihadistas en territorio iraquí y explicó que, aunque su Gobierno no los había pedido, "aplaude" cualquier ataque contra los yihadistas del EIIL.

Según el primer ministro iraquí, los bombardeos de cazas sirios se produjeron el martes en la zona fronteriza de Al Qaim. El EIIL lucha también en Siria contra el régimen de Bachar al Asad.