Australia enviará un contingente policial para reforzar la seguridad de Papúa

  • El Gobierno australiano anunció hoy que enviará a Papúa Nueva Guinea un contingente formado por 50 agentes de Policía para reforzar las tareas de seguridad tras el aumento de crímenes de sangre en este país.

Sídney (Australia), 15 jul.- El Gobierno australiano anunció hoy que enviará a Papúa Nueva Guinea un contingente formado por 50 agentes de Policía para reforzar las tareas de seguridad tras el aumento de crímenes de sangre en este país.

El primer ministro australiano, Kevin Rudd, destacó la importancia de la ley y el orden para "la prosperidad económica de Papúa Nueva Guinea", durante una rueda de prensa junto a su homólogo papuano, Peter O'Neill, en Port Moresby.

El último incidente grave de violencia, que coincidió con la llegada del jefe del Ejecutivo australiano al país, causó varios heridos, uno de ellos de gravedad, cuando un grupo con armas de fuego y machetes asaltó el Hospital General de Port Moresby.

Hace dos semanas cuatro ciudadanos chinos fueron asesinados brutalmente -uno fue decapitando y los otros tres descuartizados- en una panadería de la capital papuana por un grupo de asaltantes no identificados.

Cada año se producen unos 150 casos de linchamiento y ajusticiamiento de personas, la mayoría mujeres, acusadas de delitos de hechicería o brujería a manos de la multitud.

Papúa Nueva Guinea, país que se independizó de Australia a mediados de 1970, negocia por separado con el estado australiano de Queensland un intercambio de 150 agentes policiales, apunta la agencia australiana de noticias.

Rudd y el primer ministro papuano también dialogaron sobre los centros de inmigrantes indocumentados en Papúa a la espera de que las autoridades australianas les concedan asilo político, una política de inmigración ampliamente criticada por la ONU.

Los Gobiernos de Camberra y Port Moresby analizan el último informe de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) que criticaba las condiciones ofrecidas a los inmigrantes en el centro de detención temporal que opera Australia en la isla papuana de Manus.

"Agradezco a la ACNUR por su trabajo en este informe y estamos estudiando sus recomendaciones con nuestros amigos papuanos", declaró Rudd.

El hacinamiento en los pabellones, los problemas derivados de la falta de higiene y acceso a los servicios médicos, la poca privacidad y el calor sofocante dentro del centro de detención, son algunas de las condiciones de vida de los inmigrantes que critica ACNUR en el campamento de Manus.

Además, la incertidumbre sobre su futuro y las continuas demoras en la tramitación de la petición de asilo contribuyen a un estado de frustración que puede derivar en intentos de suicidio o daños psicológicos, destaca el informe.

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