Austria conmemora hoy el 75 aniversario de la anexión por la Alemania nazi

  • Austria conmemoró hoy el 75 aniversario de la anexión de la república alpina por parte de la Alemania nazi, con la que el dictador Adolf Hitler dio inicio a su expansión europea que condujo a la Segunda Guerra Mundial.

Jordi Kuhs

Viena, 12 mar.- Austria conmemoró hoy el 75 aniversario de la anexión de la república alpina por parte de la Alemania nazi, con la que el dictador Adolf Hitler dio inicio a su expansión europea que condujo a la Segunda Guerra Mundial.

La cúpula del Estado austríaco, encabezado por su presidente, Heinz Fischer, asistió a un acto de conmemoración en el antiguo Palacio Real de Viena, bajo el lema "el final de Austria".

"El 12 de marzo de 1938 fue el día de una gran catástrofe y vergüenza. Es un día que nos acompaña hasta hoy", advirtió Fischer en referencia a la responsabilidad histórica de su país.

En la madrugada del 12 de marzo de 1938 tropas alemanas cruzaron la frontera de Austria, gobernada por un propio régimen autoritario, cuyo líder, el canciller Kurt Schuschnigg, había dimitido ese mismo día bajo presiones de Hitler.

En lugar de resistirse, el ejército federal austríaco y también gran parte de la población local dieron una cálida bienvenida a los soldados alemanes, que en cuestión de horas pusieron bajo su control a la república alpina, surgida 20 años antes tras la desintegración del gran Imperio Austro-Húngaro.

México fue el único país del mundo que presentó una queja formal ante la Sociedad de Naciones, antecesora de la ONU, por la entrada alemana en territorio austríaco.

Con la llegada de los nazis, comenzaron en Austria siete años de terror y persecución, no sólo para los 200.000 judíos del país sino también para gitanos, disidentes políticos de cualquier orientación, homosexuales, masones, testigos de Jehová y discapacitados.

Unos 66.000 judíos austríacos fueron expropiados, deportados y asesinados en los siguientes años, el restó pudo emigrar tras perder todos sus bienes, y decenas de miles de gitanos y disidentes fueron enviados a campos de concentración y exterminio.

Mientras, los demás austríacos abrazaron en su mayoría con entusiasmo el nazismo, encantados por la bajada del desempleo y la aparente recuperación económica del país, que en realidad tenía su base en los expolios de los judíos y en las inversiones militares para la gran guerra que preparaba Hitler.

Eso sí, también en Austria hubo grupos de resistencia civil y desertores que se enfrentaron al nazismo.

Tras el final de la gran guerra, en la que Austria sufrió las muertes de cientos de miles de soldados y civiles, se extendió el mito de haber sido las primeras víctimas del nazismo.

Una versión cultivada por los gobiernos de la postguerra y que fue dominante en la sociedad austríaca durante décadas, hasta 1986, cuando estalló el escándalo en torno al entonces presidente Kurt Waldheim, quien había ocultado su pasado en el ejército nazi.

La mayoría de los austríacos ve hoy la historia de forma más diferenciada, especialmente los sectores más formados del país.

Sin embargo, una encuesta publicada el sábado pasado por el diario liberal "Der Standard" indica que todavía un 46 % de los austríacos considera que el país fue la primera víctima del nazismo, mientras un 53 % dice que la anexión fue voluntaria.

El 75 aniversario del llamado "Anschluss" estuvo dominado por ejercicios de autocrítica e introspección por parte de algunas de las más importantes instituciones culturales y científicas.

En ese sentido las revelaciones sobre el oscuro pasado de la Orquesta Filarmónica de Viena causaron indignación y estupor.

Gracias a documentos inéditos, se descubrió que la afamada institución había ordenado en 1942 gravar una medalla para Hitler, aunque se desconoce aún si realmente hizo entrega del galardón.

Lo que sí está confirmado es que a mediados de los años sesenta, o sea, dos décadas después de la guerra, le fue entregado en secreto un anillo de honor de la Orquesta al exgobernador nazi de Viena, Baldur von Schirach, condenado en los juicios de Nuremberg a 20 años de cárcel como criminal de guerra.

Los historiadores convocado por la propia orquesta confirmaron además que al final de la guerra, 60 de los 123 filarmónicos eran militantes del partido nazi NSDAP.

Mientras, decenas de sus colegas judíos o casados con una mujer judía perdieron sus puestos o incluso sus vidas entre 1938 y 1945.

Pero después de 1945, la orquesta del famoso "Concierto de Año Nuevo" hizo poco y nada para deshacerse de sus miembros nazis. Sólo cuatro perdieron su puesto en la orquesta.

También la Academia de las Ciencias de Austria, una institución científica con siglos de tradición en la capital del antiguo Imperio Austro-Húngaro, ha estudiado por primera vez su propio pasado nazi.

De ese estudio se desprende que "en cuestión de días" los nazis asumieron el control ideológico y burocrático sobre la Academia, donde la mitad de los miembros eran militantes del partido nazi.

Y pocos años después de la guerra, los exnazis estaban de nuevo en sus puestos, mientras que los antiguos miembros judíos no fueron invitados a volver a sus cargos.

En su intervención de hoy, Fischer concluyó diciendo que su país, uno de los más prósperos y democráticos del mundo, nunca podrá pasar página tras lo sucedido.

"Ninguna persona o gobierno pueden decretar un 'punto final' después de crímenes de estas dimensiones. Olvidar, no! Perdonar, sí!", manifestó el presidente ante cientos de personalidades políticas y culturales, diplomáticos extranjeros y víctimas supervivientes del nazismo.

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