Una fuente de las fuerzas de seguridad ha señalado a la cadena que las autoridades temen que los explosivos puedan terminar en las manos equivocadas, de ahí el que la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) esté barajando anunciar una recompensa en los próximos días para localizar la carga desaparecida.
Los explosivos viajaban a bordo de un tren de la compañía CSX desde Chicago a Detroit, cruzando Ohio, y en algún punto del recorrido los investigadores sospechan que fueron sustraídos puesto que al llegar al destino final la mitad de la carga había desaparecido.
Un portavoz de la ATF en Detroit ha reconocido que se trata de un caso grave ya que, aunque técnicamente los explosivos están clasificados como petardos, debido a su carácter comercial y su gran cantidad los convierte en extremadamente peligrosos. Según la ATF, son mucho más volátiles y solo suelen ser manipulados por profesionales.
La oficina de la ATF en Detroit está al frente de la investigación, con ayuda de la Policía de la ciudad. Por ahora, se sospecha que habría varias personas implicadas en el robo, pero no hay más detalles.
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