Tras la moción de censura en Murcia

La noche más larga para el PP: Casado, Egea, Ayuso y MÁR cocinaron el órdago

El presidente popular conoció el martes que Ábalos y Arrimadas negociaban para derribar al gobierno de López Miras. Instó a la presidenta madrileña a adelantar elecciones ante una maniobra similar contra Sol.

EFE
La noche más larga para el PP: Casado, Egea, Ayuso y MÁR cocinaron el órdago. 
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La dirección nacional del PP conoció el martes que el PSOE y Ciudadanos estaban a punto de presentar una moción de censura en Murcia para derribar al Gobierno de Fernando López Miras. Se enteraron por una filtración. Las alarmas saltaron inmediatamente en la sede del partido, en Madrid, ante un posible 'efecto cascada' en el resto de los gobiernos autonómicos que comparten. Acción, reacción. La pieza clave era Madrid, territorio que se fijaron conservar a toda costa. Dirigentes del entorno de Pablo Casado reconstruyen cómo se vivió en la dirección nacional una noche y una mañana de infarto en el todavía cuartel general de Génova 13.

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y el secretario ejecutivo de Coordinación Territorial, Santos Cerdán, llevaron el peso de las negociaciones con el partido de Inés Arrimadas. También se implicó el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, que negoció con Carlos Cuadrado, dirigente naranja con quien cerró meses atrás la ampliación de los estados de alarma. Acordaron anunciar la moción de censura el miércoles, justo después de la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Pero en Génova, gracias a la comunicación de dos diputados naranjas contrarios al movimiento que transmitieron a los populares las intenciones, estaban prevenidos y con el trabajo hecho.

Casado y su secretario general, Teodoro García Egea, estuvieron en contacto permanente durante la noche del martes y el propio miércoles con los gobiernos murciano y madrileño. Con el propio López Miras y con Isabel Díaz Ayuso. También con el jefe de gabinete de la presidenta, Miguel Ángel Rodríguez, que ha jugado un papel activo en la cocina de toda la estrategia como hombre de máxima confianza de la presidenta madrileña. Entre todos ellos diseñaron la operación para responder a la moción en Murcia.

La primera decisión del PP fue 'sacrificar' el gobierno de López Miras. No fue fácil, aunque la moción hay que votarla y los números podrían no salir. Pero no había alternativa a presentar una cuestión de confianza o a adelantar los comicios. Lo segundo tenía sus riesgos, ya que las elecciones autonómicas en la Región las había ganado el PSOE y las generales Vox. En definitiva, había que sacrificar un alfil para salvar a la dama, Madrid.

La estrategia se centró entonces en Sol. Casado monitorizó todos los movimientos y auspició el órdago de Ayuso. Se estudiaron la norma, en concreto, el artículo 1 de la Ley 5/1990, de 17 de mayo, reguladora de la facultad de disolución de la Asamblea de Madrid por el Presidente de la Comunidad. Dice así: "El Presidente de la Comunidad de Madrid, previa deliberación del Consejo de Gobierno, y bajo su exclusiva responsabilidad, podrá acordar la disolución anticipada de la Asamblea de Madrid". Es decir, Ayuso tenía que "deliberar" con su Consejo de Gobierno antes de convocar las elecciones. La ocasión era perfecta: este mismo miércoles estaban convocados los consejeros en la sede de la Comunidad de Madrid. Ahí Ayuso comunicó la decisión, para sorpresa de su ya exvicepresidente Ignacio Aguado y el resto de miembros del ejecutivo de Cs.

Casado y Ayuso pensaron que había que sacrificar un alfil, Murcia, para salvar a la reina, Madrid

Los trackings internos que maneja el PP apuntan a que Ayuso atraviesa por un momento 'dulce'. La política de confrontación con el Gobierno de Sánchez está teniendo su reflejo, de forma positiva para los populares, en los sondeos que maneja la dirección. Estos datos también han pesado en la decisión de precipitar los comicios. "Ayuso está 'on fire' y se ha consolidado su liderazgo, como demuestra el papel que jugó representando al partido en las pasadas elecciones catalanas", aseguran a La Información fuentes del PP de Madrid. Sobre la participación activa de Miguel Ángel Rodríguez en la estrategia que se materializó este miércoles en el Consejo de Gobierno añaden que "parece difícil pensar que MÁR no haya tenido mucho que ver en la formación de esa decisión. De hecho, él está detrás de todas las grandes propuestas que presenta Ayuso".

Pulsar el "botón nuclear" por parte de la presidenta madrileña deja a los naranjas de Ignacio Aguado en la cuneta en el peor momento por el que atraviesa la formación a nivel nacional. "No es descabellado pensar que MÁR haya urdido también la forma de torpedear a los de Arrimadas", de donde espera sumar votantes, al tiempo que lanzaba su órdago electoral, sentencian las citadas fuentes del PP regional.

El PP con Ayuso aspira ahora a acaparar una buena parte del voto de Cs: 625.039 papeletas. También a una parte del votante socialista molesto con Sánchez o, incluso, competir con Vox por el voto útil. Consideran a Ayuso como una candidata transversal. El apoyo joven también pesará y algún dirigente popular ya mira a su candidata como la persona capaz de aglutinar a una parte importante de las nuevas generaciones que están viendo como Madrid está abierto en comparación con las restricciones que existen en otras autonomías.

Ayuso quería convocar elecciones anticipadas desde hace tiempo pero la dirección nacional le frenaba. La propia presidenta no tenía más remedio que reconocer en declaraciones públicas que su intención era completar la legislatura. Pero lo ocurrido en Murcia cambió el escenario. Génova lo entendió e, incluso, lo apoyó. Es un órdago, una enmienda a la totalidad a la relación con Cs y una ruptura total con el PSOE. Hasta hace unos días, Bolaños y Egea negociaban y pactaron la renovación del CGPJ. Se acabó.

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