Aznar: "Yo no me casaba ese día señor Rufián y sin el señor Agag no había boda"

  • El encuentro entre Rufián y Aznar no defraudó, siendo un rifirrafe a cuenta de Cataluña, la caja B del PP y el primer gobierno del expresidente.
Aznar, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Aznar, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados.
EFE

El duelo dialéctico entre Aznar y Rufián, uno de los más esperados de la comparecencia en la comisión de investigación por la supuesta caja B del PP, no defraudó. Vacío de contenido, con las mismas peroratas acostumbradas del diputado de ERC y la negación por parte del expresidente de la existencia de una caja B en su partido, en la comparecencia del expresidente del Gobierno salió hasta la boda de su hija con Alejandro Agag.

En un momento de la intervención, Rufián sacó la lista de asistentes a la boda de la hija del expresidente del Gobierno, citando entre otros a Rodrigo Rato, Eduardo Zaplana, Francisco Correa o Luis Bárcenas. Llamó la atención que citara también a Alejandro Agag, quién acudía a casarse a la citada boda como novio. "Por si no lo recuerda, yo no me casaba ese día señor Rufián. Y respecto a la presencia de Alejandro Agag, su presencia era fundamental puesto que sin él no había boda", contestó con sorna el expresidente. Fue la más llamativa pero no la única salida de tono del diputado Gabriel Rufián, contestado con hastío y con sorna por el expresidente del Gobierno. "La boda de su hija me la trae al pairo, pero fue pagada por mordidas", aseguró el diputado catalán. "Demuéstrelo", le requirió el expresidente.

"Una previa para intentar aclarar tres mentiras dentro de la intervención del señor Aznar. La primera es que no se enviaron soldados a Irak. El segundo es que no tiene que pedir perdón a nadie. ¿Tiene algo que decir a los padres de José Couso? Entiendo por su cara que no. El segundo matiz es que se ha solidarizado con Zaplana, yo me solidarizo con los presos políticos y los exiliados. Usted que ha sido presidente de un partido condenado por corrupción y responsable de una invasión de condenados a la muerte...¿Tiene usted vergüenza?", comenzó su comparecencia Gabriel Rufián, fiel a su tono provocador. 

Aznar, consciente del duelo que le venía encima, tenía claro el discurso que debía lanzar. "Supongo que no ha venido a buscar la verdad, es un representante de un partido golpista, que quiere acabar con el sistema de libertades en España y que tiene a sus líderes en prisión. Dice que el PP ha sido condenado por corrupción. La sentencia a la que se refiere es una sentencia por participación a título lucrativo en la provincia de Madrid. Eso no es ser corrupto. No voy a aceptar que se den por hechos probados conjeturas", declaró contundente el expresidente del PP y del Gobierno.

Con continuas interrupciones, la intervención del diputado catalán cumplió el guión de provocación que se esperaba. Realizó alrededor de siete preguntas, todas consciente de que serían negadas o no contestadas por el señor Aznar. "No tiene verguenza, yo me solidarizo con mis presos demócratas. Defiende un partido creado por golpistas.  Todos estos ministros (sacó una foto de su primer gobierno) están condenados, imputados o investigados por enormes casos de corrupción. Pero esta es su herencia. Usted es el padrino de este cartel. ¿Creo la caja B del PP?", le requirió Rufián.

El expresidente se mantuvo en su papel, contenido, pero sin obviar ninguna cuestión. "De toda mi carrera me siento orgulloso. No me voy a remontar al 36, pero tampoco me importaría. Pero si quiere hablamos de su partido también en el 36. Dieron un golpe en el 34 y lo perdieron. Eso sí, contra un gobierno de la República, pero de derechas. El orden constitucional que ustedes quieren destruir es el que les permite estar aquí. Mi primer Gobierno fue estupendo. Ustedes tenían un consejero de gobernación suspendido por contrabando de tabaco. Y luego fue contratado por una fundación de su partido. Quien diga que hubo caja B, tendrá que demostrarlo. Si tiene alguna cuestión de demostración de la caja B, le ruego que la diga", contestó. Una postura que mantuvo a lo largo de todo el duelo.

Sin contenido político, el 'duelo dialéctico' estuvo marcado por las continuas interrupciones por parte del diputado catalán, dispuesto a tener su momento de gloria, y las dificultades para poder llevar el debate por el presidente de la comisión, el diputado de Nueva Canaria Pedro Quevedo. La comisión, de la que se espera que se saquen pocas conclusiones, debido a que es un proceso judicializado, dejó, eso sí, un nuevo momento de gloria para Rufián. "El histrionismo y el parlamentarismo están enfrentados", le recordó Aznar a Rufián para acabar su intervención en el turno del miembro de Esquerra.

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