Una mujer ha sido detenida en Florida por grabar a su hija lamiendo un bajalenguas para después volver a colocarlo en el frasco de un consultorio médico. Todo esto lo graba en un vídeo para su cuenta de Snapchat, en donde se volvió viral y llegó a manos de la clínica.
Durante toda la grabación se puede ver un cartel que advertía que no se podían tocar los utensilios médicos. Ahora la clínica solicita una investigación y Cori Ward, la madre de la chica que aparece en el vídeo, ha sido acusada de intentar manipular un producto médico, sin tener en cuenta las posibles graves consecuencias que pudo haber ocasionado.
Si Ward es declarada culpable, podría enfrentarse a treinta años de prisión y a una multa.
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