Bala de 'Ciudadanos' contra 'Podemos': quiere que se posicione sobre la independencia

    • Iglesias trata de preservar la ambigüedad en la cuestión territorial derivandose a una agenda social.
    • Las mociones parlamentarias de Rivera le obligan a definirse.
Rivera, junto a su candidata para las elecciones catalanas, Inés Arrimadas.
Rivera, junto a su candidata para las elecciones catalanas, Inés Arrimadas.

Buscar el punto flaco del rival es clave del manual de toda batalla, más aún si se trata de contiendas electorales. Ciudadanos cuenta con uno, clave, para la estratégica cita del 27-S y con el que pretenden desactivar a quien las encuestas sitúan como su competidor directo por la segunda plaza, la candidatura Catalunya sí que es Pot, la marca electoral de Podemos para las catalanas. La plataforma, integrada entre otros por destacados dirigentes de EuiA o ICV, tiene en su diluida postura sobre el debate de la soberanía catalana uno de sus puntos más vulnerables.

Aunque la posición del secretario general, Pablo Iglesias, es el respeto al 'derecho a decidir', en más de una ocasión ha reiterado que no quiere que los catalanes se vayan. En ello coincide su número dos, Íñigo Errejón, encargado de pilotar la campaña catalana, y que va más allá al proponer como solución la fórmula de Escocia, país que celebró un referéndum de consulta a la ciudadanía para decidir sobre su permanencia en Reino Unido.

Pero la decisión de la 'morada' de concurrir a las elecciones de septiembre en un paraguas con formaciones que en su recorrido han defendido con más o menos intensidad la independencia anticipa un anclaje complicado que quieren explotar en Ciudadanos. El partido de Rivera ha propuesto a su Ejecutiva registrar en los doce Parlamentos autonómicos en los que tiene representación una moción con el objetivo de "declarar que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español" y el objetivo de "reafirmar la vigencia de las leyes democráticas, garantizar la solidaridad de los diferentes parlamentos autonómicos con los catalanes que quieren seguir siendo españoles y que las cámaras autonómicas expresen la voluntad de cumplir la ley".

Rivera trata con ello de mostrar "que somos un partido nacional que defiende lo mismo en toda España", pero, al mismo tiempo, forzar al resto de grupos a definir su postura antes del 27 de septiembre.Ganar Cataluña, primer paso para ganar las generales

La dirección de Ciudadanos busca así dar un golpe de efecto para impulsar las opciones de su candidata, Inés Arrimadas. Aunque la formación 'naranja' y la candidatura de Iglesias se orientan a segmentos diferenciados de votantes, comparten un nicho entre aquellos desencantados con las formas tradicionales de la política y la urgencia de la regeneración. Ambos han centrado además en la conquista de los tradicionales abstencionistas buena parte de la estrategia de campaña, entendiendo que una participación elevada servirá también para neutralizar los datos de la candidatura de Mas, Junts pel Sí.

"Es posible dar un vuelco en las elecciones catalanas si ilusionamos a la gente que habitualmente no acude a votar", razonaba este martes Rafael Mayoral, dirigente de Podemos y uno de los asesores de campaña. Los datos electorales revelan que existe aproximadamente un 10% del censo catalán que vota en las generales pero no así en las autonómicas.

Tanto Iglesias como Rivera leen los datos catalanes en clave nacional y quieren articular estos comicios en un acto de campaña en sí mismo en la carrera hacia La Moncloa. Pese a que difieren en parte de las recetas, ambos comparten un diagnóstico claro: la necesidad de renovar el Gobierno, tanto el catalán como el español, dar un paso más en la modernización de las instituciones y aplicar políticas con sentido social.
De ahí que ambos traten de explotar el pack Mas-Rajoy. En Podemos insisten en que votar a su candidatura "vale doble" porque permitiría desalojar a ambos dirigentes, "un problema para encontrar una salida a los problemas de la gente", afirmó ayer Mayoral. Casi al mismo tiempo, Rivera llamaba en Madrid a votar el 27-S "para que el cambio y la regeneración empiece".

Tanto Podemos como Ciudadanos entienden que ganar en Cataluña supone un golpe maestro para las generales. Más aún, cuando el bipartidismo nacional tiene en la autonomía uno de sus puntos flacos. Pese a ello, ninguno de los emergentes dice fiarse de las encuestas. "Ninguna acertó en mayo", sostiene el presidente de la 'naranja'. En Podemos siguen la norma de no valorar proyecciones en las que tampoco confían. "Es momento de la seducción", dijo Mayoral.

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