Bamako, 31 jul.- El Gobierno de transición de Mali condenó hoy en un comunicado la lapidación de una pareja acusada adulterio ocurrida el pasado fin de semana en la localidad de Aguelok, en el norte del país, y la ha calificado de "práctica oscurantista de otra época".
El la nota, el Ejecutivo se ha mostrado "indignado" y ha prometido que "los autores de la lapidación no quedarán impunes".
También ha condenado lo ocurrido el presidente del Alto Consejo Islamico, Muhamud Dicko, que se reunió recientemente con Iyad Ag Ali, máximo dirigente del grupo salafí Ansar al Din, que controla en norte del país, y ejecutor de la pena de muerte por adulterio.
En unas declaraciones a Efe, Dicko mostró su rechazo a por este tipo de prácticas y pidió a los extremistas que dejen de utilizar el Islám con fines criminales.
El grupo radical islámico Ansar al Din, que desde el pasado junio controla el norte de Mali, ha llevado los castigos recogidos en el Corán hasta sus máximas consecuencias.
El domingo, un hombre y una mujer fueron enterrados parcialmente y lapidados ante 200 personas hasta la muerte, por vivir juntos sin estar casados, siguiendo una interpretación rigorista de la "sharia" o ley islámica.
En la ciudad de Tombuctú, cuya parte antigua esta reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, los radicales islámicos han destruido más de una decena de mausoleos, por considerarlos lugares de culto heréticos que se desvían de las enseñanzas coránicas.
En esta región del norte del país, integrantes de Ansar al Din, que controlan la región septentrional de Azawad desde junio, ya han castigado en otras ocasiones el adulterio o la ingesta de alcohol con latigazos, pero nunca habían ejecutado antes a las personas acusadas de cometer estos delitos.
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