Ban apoya que Irán vaya a Ginebra y enviará en próximos días las invitaciones

Naciones Unidas, 23 dic.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reiteró hoy su apoyo a la participación de Irán en la conferencia sobre Siria del 22 de enero en Ginebra y dijo que enviará en los próximos días las invitaciones a los asistentes.

"Irán es una potencia regional importante y desde un punto de vista lógico, práctico y realista debería participar en la cumbre de Ginebra", dijo hoy ante la prensa el secretario general, quien confió en que el asunto se resuelva "lo antes posible".

Ban, que reconoció que la presencia de Irán en Ginebra sigue provocando "división de opiniones" entre algunos países, aseguró que la lista de invitados para la conferencia "está casi completa" y dijo que enviará las invitaciones "antes de que termine el mes".

"Tanto mi representante especial (Lajdar Brahimi) como yo creemos que Irán debe participar", añadió el secretario general, quien reiteró la necesidad de que el Gobierno sirio y la oposición vayan a Ginebra con una delegación "fuerte y representativa".

Ban insistió en que las negociaciones de Ginebra serán "difíciles" pero advirtió de que sin una salida política a la guerra civil en Siria, "lo único que le espera en el horizonte al país es más baños de sangre".

Asimismo, condenó el reciente uso de las llamadas "bombas de combustible" que han añadido "otra devastadora dimensión" a los enfrentamientos entre el Ejército y las milicias armadas de la oposición.

Los ataques contra zonas bajo control rebelde, aparentemente con barriles llenos de explosivo TNT, han causado en los últimos días la muerte de al menos 301 personas, entre ellas 87 niños, según denuncian las fuerzas opositoras.

Por último, reiteró su llamamiento a las partes para que dejen en libertad a los detenidos y secuestrados y permitan el acceso de la ayuda humanitaria y llamó a la comunidad internacional a aumentar sus contribuciones para responder la crisis humanitaria.

Más de 125.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto en Siria en marzo de 2011, según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización opositora con sede en el Reino Unido y con numerosos activistas presentes sobre el terreno.