El BdE reclama la vuelta de las hipotecas inversas como complemento a la pensión

  • El supervisor lamenta la ausencia de productos financieros que permitan hacer líquida la riqueza inmobiliaria de las familias durante la jubilación
Banco de España
Banco de España
EFE

El Banco de España reclama la vuelta de la hipoteca inversa al catálogo de productos de la banca como un complemento de las pensiones. Así lo señala el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos en su Informe Anual correspondiente al ejercicio 2018, documento publicado este martes y en el que el supervisor lamenta la ausencia de soluciones que permitan hacer líquida la riqueza inmobiliaria acumulada por las familias españolas, especialmente durante la edad de jubilación.

Las hipotecas inversas son productos financieros destinado a personas con edades superiores a 65 años con una vivienda en propiedad. Consisten en conceder a estas personas una determinada cantidad de dinero a cambio de que, cuando fallezcan, sus herederos se hagan cargo de devolver el importe, teniendo la posibilidad estos últimos vender la casa, que actúa como garantía, para poder devolver el préstamo.

Las antiguas cajas de ahorro y algunos bancos las comercializaron tras su creación en 2007, pero el producto desapareció del catálogo del sector en el año 2013, una vez que BBVA canceló la última oferta de hipotecas inversas. Ahora, seis años después, el Banco de España cree que hay mercado y pide su vuelta, ya que permitiría elevar la capacidad de consumo y gasto de los ciudadanos de mayor edad, disminuyendo su dependencia de las pensiones.

"Un país que envejece a un ritmo elevado, en el que a la gente le gusta comprar su casa y que tiene bajas tasas de ahorro es un terreno perfecto para intentar ser un poco más novedoso en la oferta de productos financieros a nuestros mayores", apuntan fuentes de la dirección general de Economía y Estadística del Banco de España, que añaden que este tipo de hipotecas contribuirían a reducir el desequilibrio entre la elevada riqueza inmobiliaria de los más mayores -el 90% de los españoles de entre 65 y 74 años son propietarios de su vivienda habitual- y su poca renta disponible.

Además, la institución cree que las hipotecas inversas pueden suponer una oportunidad de negocio para los bancos, ya que la caída de la natalidad y la consecuente incertidumbre que generará sobre las pensiones puede provocar que las familias sean cada vez menos proclives a transferir su riqueza en forma de herencias. En este contexto, podría crecer la necesidad de productos financieros que permitan convertir activos poco líquidos como la vivienda en flujos de efectivo vitalicios durante la edad de jubilación.

Mejorar la reputación, clave

En otro orden de cosas, el Banco de España también subraya en su informe anual la necesidad de que la banca, a pesar del esfuerzo realizado durante los últimos años, siga reduciendo su exposición al ladrillo a fin de mejorar la calidad de los activos que tiene en balance así como la rentabilidad. Además, incide en que el sector debe mejorar su ratio de capital de máxima calidad, ya que se encuentra a la cola de Europa en términos de solvencia pese a superar holgadamente los requisitos regulatorios que establece el Banco Central Europeo (BCE).

Otro desafío es la mejora de la reputación tras el deterioro de la imagen de la banca que se ha producido a raíz de la crisis después de que algunas entidades aplicaran una serie de practicas inapropiadas. A ojos del supervisor, deshacerse de esta mala imagen es un aspecto "fundamental" para que la banca pueda superar con éxito un contexto económico más competitivo tras la irrupción de los nuevos competidores digitales, como las 'fintech' y los Amazon, Google, Facebook...etc. que podrían lanzarse en cualquier momento a por el crédito al consumo.

Mostrar comentarios