La reunión prevista para este lunes entre Banco Santander y los sindicatos con el objeto de informar del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que tiene previsto acometer la entidad tras integrar al Banco Popular se ha pospuesto al próximo día 8 de mayo por problemas de agenda, según informaron a Europa Press en fuentes sindicales.
El Banco Santander había convocado a los sindicatos este mediodía para comenzar las negociaciones del nuevo ERE, que según fuentes sindicales, podría afectar a unos 3.000 trabajadores, y podría suponer el cierre de entre 1.000 y 1.200 oficinas. La entidad que dirige Ana Botín no ha querido desvelar a cuántos trabajadores podrá afectar el nuevo ERE.
Ahora la cita se traslada al próximo miércoles. No obstante, no se prevé que el banco ofrezca en este primer encuentro detalles concretos acerca del número de oficinas ni de empleados que se verán afectados, por lo que en principio la convocatoria servirá para exponer a los sindicatos la necesidad de acometer el proceso de reestructuración.
La pasada semana, en la presentación de las cuentas del primer trimestre del grupo financiero, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, aseguró que la entidad "como siempre ha hecho", irá a la mesa de negociación "con el mejor de los ánimos y con la intención de alcanzar acuerdos en un corto espacio de tiempo". "Así lo deseo y lo espero", dijo Álvarez, que prevé que el banco acometa la mayor parte del ajuste este mismo año.
Los más de 30.000 empleados de Banco Santander en España confían en que el banco respetará el Protocolo de Fusión firmado el pasado mes de noviembre a la hora de ejecutar el ERE, que recoge que la entidad se compromete a no recurrir a los artículos de movilidad geográfica, modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo y despido colectivo del Estatuto de los Trabajadores sin previo proceso de diálogo y participación sindical en búsqueda de soluciones consensuadas.
De este modo, el Santander renuncia de forma expresa a la toma de medidas traumáticas en procesos de reorganización por la absorción del Popular. "La diferencia entre este ERE y el de otros bancos es que nosotros hemos firmado un protocolo de fusión; El escenario que descontamos es que respete", han subrayado fuentes sindicales a Europa Press, que aseguran que el Santander "siempre ha sido flexible" en el marco de las relaciones e interlocuciones con los representantes de los trabajadores.
Una vez se haya estabilizado toda la red tras la integración tecnológica de las oficinas de Popular en las del Santander, lo que se prevé que concluya el próximo mes de julio, se iniciará el proceso que se haya acordado. De este modo, su intención es ejecutar la parte parte del ERE en 2019, aunque dependerá en buena medida de las negociaciones.
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