Bangladesh endurece la sentencia a un islamista, con la horca

  • El Tribunal Supremo de Bangladesh endureció hoy la pena del líder islamista Abdul Quader Molah, antes condenado a cadena perpetua y sentenciado ahora a la horca por crímenes contra la humanidad en la guerra de independencia de 1971.

Jaime León

Nueva Delhi, 17 sep.- El Tribunal Supremo de Bangladesh endureció hoy la pena del líder islamista Abdul Quader Molah, antes condenado a cadena perpetua y sentenciado ahora a la horca por crímenes contra la humanidad en la guerra de independencia de 1971.

La sentencia fue anunciada a primera hora de esta mañana por el juez Muzammel Hussain, al frente de un tribunal de cinco magistrados que hallaron al acusado culpable de la muerte de 344 personas en el conflicto, entre otros crímenes, según el diario The Daily Star.

Cuatro de los cinco jueces apoyaron la pena de muerte para Mollah, vicesecretario de Jamaat-e-Islami (JI), principal partido islamista de Bangladesh y que apoyó a Pakistán occidental en el conflicto civil que desembocó en la independencia bangladesí.

El veredicto contra el islamista de 65 años apodado el "Carnicero de Mirpur" -barrio de Dacca donde cometió la matanza de civiles- fue recibido a las afueras del tribunal con satisfacción por grupos de manifestantes que portaban pancartas que pedían la horca.

En Chittagong -la segunda ciudad más importante del país- unos 60 miembros de JI y su ala estudiantil Islami Chhatra Shibir se echaron a las calles para protestar la decisión del tribunal con el resultado de dos policías heridos, de acuerdo con The Daily Star.

La condena de Molah a cadena perpetua por un tribunal de crímenes de guerra en febrero dividió a la sociedad de Bangladesh, un país de 150 millones de habitantes con un 90 % de musulmanes y una tradición de tolerancia religiosa.

En la capital, Dacca, miles de personas tomaron durante semanas la plaza de Shahbagh para protestar pacíficamente por lo que consideraron una pena leve y exigir la horca para el condenado.

Al mismo tiempo los islamistas, que sostenían que el veredicto estaba políticamente motivado, protagonizaron violentas protestas que causaron decenas de muertos y reclamaron una ley de la blasfemia ante los blogueros que según ellos insultaban al islam.

Los juicios son una promesa electoral de la primera ministra, Sheikh Hasina, que creó en 2010 un tribunal para juzgar los crímenes de la guerra, en la que según datos no oficiales murieron 3 millones de personas y cientos de miles de mujeres fueron violadas.

Pero casi todos los acusados pertenecen a JI, una pequeña pero influyente organización que se ha aliado tradicionalmente con la principal fuerza opositora, el Partido Nacional- y tiene una gran capacidad para movilizar a sus bases.

El Gobierno de la Liga Awami de Hasina aprobó una ley en febrero que permite a la Fiscalía recurrir sentencias y que da luz verde a perseguir judicialmente a formaciones políticas, lo que se valoró como una medida contra JI y desencadenó nuevas protestas islamistas.

Gracias a ese cambio en la legislación la acusación recurrió la cadena perpetua de Molah -la defensa trató de rebajar la pena- y se ilegalizó JI en agosto, por lo que el principal partido religioso del país no podrá participar en las próximas elecciones generales.

La Justicia consideró que se trata de un partido confesional que no reconoce al pueblo como la fuente del poder y que espolea la división entre comunidades.

Desde febrero, seis altos cargos de JI han sido condenados por crímenes de guerra: cinco de ellos a pena de muerte y otro a 90 años de prisión.

Las condenas han motivado protestas islamistas que han causado al menos 150 muertos desde enero a manos de las fuerzas de seguridad, que ha ejercido "uso excesivo" de la fuerza, denunció la organización Human Rights Watch (HRW).

La violencia suele intensificarse en Bangladesh cuando se acercan importantes fechas electorales, como los comicios legislativos que se celebrarán a principios del que viene.

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