El caso Bankia abre otro frente a Deloitte por negarse a auditar las cuentas de 2011

  • Rodríguez-Ponga se ampara en un correo interno en el que se comunicó a la cúpula que los trabajos de auditoría se desarrollaban "con normalidad".
estanislao rodríguez-ponga
estanislao rodríguez-ponga
Europa Press

El avance de los interrogatorios a los acusados en el caso Bankia está estrechando el cerco en torno a la responsabilidad que tuvo Deloitte en los estados financieros de la salida a bolsa en 2011 y en la reformulación de las cuentas anuales un año después. Casi la totalidad de los acusados interrogados en el procedimiento -con Rodrigo Rato a la cabeza- han señalado directamente a la firma por su actuación en el proceso. Si en lo que respecta al año del début bursátil se ampararon en que se les dio el visto bueno, en lo relativo al 2012 el dedo acusador va encaminado a su negativa a emitir un informe sobre los mismos.

La excúpula de la entidad está sacando la artillería pesada para librarse de cualquier responsabilidad penal por el quebranto a la entidad. Por ese motivo, muchas defensas apoyan sus interrogatorios en diversos documentos que ya obraban en la causa pero que vuelven a cobrar especial importancia en esta segunda fase de vista oral. Es el caso del abogado del exsecretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga que este lunes sacó a relucir un correo electrónico enviado desde la Secretaría General de Bankia a más de una veintena de altos cargos del banco por la crisis que generó la falta de auditoría de las cuentas de 2011.

La comunicación, enviada en nombre del entonces director general de la Secretaría General Miguel Crespo el 4 de mayo de 2012, informaba a todos los destinatarios -entre los que se encuentran Francisco Verdú Pons, José Manuel Fernández Norniella o Francisco Baquero- que Bankia se había visto obligada a depositar en el registro de la CNMV sus cuentas anuales formuladas sin auditar el mismo día que cumplía el plazo legal, es decir el 30 de abril. Sin embargo, lejos de describir un escenario adverso, recogía que el auditor había requerido más tiempo para finalizar sus trabajos, los cuáles, según expuso, "se desarrollaron con total normalidad".

Es más, la comunicación, con copia a las presidencias de las cajas que integraron el SIP, precisa que en el momento de la convocatoria de la Junta de Accionistas, fijada para la siguiente semana, el informe en cuestión estaría disponible y ya se remitiría a la CNMV. Sin embargo, lejos de cumplirse esos pronósticos, ese mismo día 4 dio comienzo el principio del fin de la era Rato puesto que esa misma noche el entonces presidente de la entidad se reunió en el Ministerio de Economía en un encuentro relatado por él mismo con todo tipo de detalles y en el cual se fraguó su salida de la entidad, presentada entonces en forma de dimisión.

Los motivos por los que Deloitte se negó a auditar las cuentas de la discordia es uno de los asuntos clave de este procedimiento penal. Mientras los acusados sostienen el mantra de que confiaban plenamente en la firma y que en ningún momento se les advirtió sobre salvedades, el socio auditor Francisco Celma -también investigado en el procedimiento- se ampara en unos correos enviados al comité de auditoría de la entidad entre los meses de diciembre de 2011 y febrero de 2012 en los que manifestaba su preocupación por no recibir la información que necesitaba para emitir su dictamen. Celma, que requería informes sobre activos inmobiliarios de Bankia, endureció el tono a medida que se acercaba la fecha límite hasta llegar a confesar que la situación de retraso era injustificable y abocaba a un retraso insalvable.  

La versión del experto viene a contradecir la comunicación interna de Bankia a la que recurrió ayer el abogado José María de Pablo durante el interrogatorio al exsecretario de Estado 'popular', para intentar despejar cualquier atisbo de duda en torno a la confianza depositada en Deloitte. Ángel Acebes, que le precedió en su turno en el banquillo de los acusados, delegó toda la responsabilidad de las cuentas en la firma, de la que dijo que cobraba buenas cantidades precisamente por esta labor y añadió que, aunque abandonó BFA antes de la reformulación de las cuentas, él confió hasta el final en la encomienda. "¿Iba yo a poner en riesgo mi futuro si me iba a las dos semanas?", apuntó a preguntas de su letrado Carlos Aguilar.

El tribunal modifica el calendario y deja libre la Semana Santa

Anticorrupción, por su parte, expuso en su escrito de acusación que el informe de gestión que se remitió a la CNMV al que se hizo alusión en el correo en cuestión, seguía describiendo un escenario ficticio sobre la solvencia del grupo. "Al cierre del ejercicio 2011 la solvencia del Grupo Bankia alcanza niveles elevados, con un Core Capital y una ratio de capital principal del 10,1%. Todo ello permite cumplir con un exceso de capital superior a 3.000 millones de euros con los niveles mínimos de solvencia exigidos por el Real Decreto-Ley 2/2011”, rezaba. De hecho, el anuncio que hizo la fiscal Carmen Laúna de que podría ampliar su acusación a falsedad contable y dirigirse no solo contra la excúpula del banco sino contra el resto de miembros del Consejo de Administración ha hecho que los acusados apuntalen más, si cabe, su estrategia de defensa. 

El tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo, ha modificado el calendario de señalamientos previsto para la Semana Santa y ha eliminado del mismo los días 15, 16 y 17 de abril que en un principio había señalado. En su auto, con fecha de 28 de febrero y al que ha tenido acceso La Información, los magistrados de la Sección Cuarta explican que en un principio se dictó la fecha sin tener en cuenta que se trataba de una semana festiva; motivo por el cual libran estos tres días, que compensarán con sesiones de tarde. Sobre este punto la fiscal del caso, Carmen Laúna, ha pedido este lunes que, debido a que se está recuperando de una intervención quirúrgica, las próximas dos semanas se les libre de tener que acudir a sesión de tarde. 

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