Los presupuestos, clave

Barcelona vs Madrid: dos modelos de ciudad que buscan su aprobado en mayo

Pese a sus distintos gobiernos, dinámicas económicas y problemáticas, ambas ciudades mantienen retos y conflictos similares que buscan resolución antes de las elecciones municipales del 28 de mayo. 

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, conversan durante la inauguración de la jornada ‘Cities 2030. Las ciudades españolas ante el reto de la neutralidad climática’, organizada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a 8 de septiembre, en Madrid (España). 08 SEPTIEMBRE 2021;MADRID;JORNADAS CITIES 2030;CÁMARA ALTA Marta Fernández / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 08/9/2021
Barcelona vs Madrid: Dos modelos de ciudad que buscan su aprobado en mayo
Europa Press

Barcelona y Madrid, Madrid y Barcelona. La habitual competencia entre los dos grandes núcleos urbanos y centralidades económicas de España tienen una cita clave este próximo mes de mayo para convalidar los modelos de ciudad propuestos por sus gobernantes. Cada una de ellas es gestionada con enormes diferencias políticas en función de quiénes componen su gobierno; y su fotografía estaría incompleta si no se tiene en cuenta la influencia de las áreas metropolitanas y los gobiernos regional y nacional, respectivamente. 

Ambos gobiernos comparten, a día de hoy, múltiples similitudes e incógnitas de cara a la próxima cita electoral. La que más titulares acapara, sin duda, es la seguridad, convertida en la principal preocupación de los barceloneses y que ahora sufre Madrid con los ataques entre bandas latinas. Las exigencias de la ciudadanía tras la pandemia también han centrado buena parte de los debates, especialmente en cuanto a más transporte público, una movilidad más sostenible, más espacios verdes, las problemáticas con el reparto del espacio público o los incumplimientos en calidad del aire

Por un lado se encuentra una Barcelona que bajo la batuta de la 'comú' Ada Colau ha recuperado el liderazgo turístico. Se lo arrebata, precisamente, a la Madrid gobernada por José Luis Martínez Almeida, que sin embargo capta dinero. La Comunidad de Madrid recibió 10 veces más inversión bruta en el primer semestre que Cataluña, aunque el Gobierno lo justifica debido a la concentración de sedes de las grandes empresas en la capital de España. El 'efecto capitalidad' se ha convertido, de hecho, en otra pata más del debate territorial español. 

La debilidad de los gobiernos de coalición de ambas ciudades también ha quedado constatada esta legislatura, debido a la dependencia de terceros actores que no siempre han sido fiables. Mientras ERC sostiene desde fuera el gobierno de izquierdas de En Comú Podem y el PSC, Vox ha sido el socio de referencia de la alianza entre PP y Ciudadanos. No han sido alianzas sencillas: Colau ha pactado la abstención de sus últimas cuentas, mientras el partido de Abascal, que teme la huida de votos hacia el PP de Isabel Díaz Ayuso, ha optado por votar en contra de sus presupuestos en Cibeles y la Puerta del Sol. 

En términos de gestión, Almeida se enfrenta a su último sprint con el imprevisto de no tener cuentas. La negativa de Vox si no se derogaba Madrid Central -requerimiento imposible de cumplir sin violar la nueva Ley de Cambio Climático y recibir sanciones desde Europa- ha hecho que la coalición entre 'populares' y 'ciudadanos' se quede sin 421 millones de los 5.703 presupuestados inicialmente. Esto impedirá que se lleven a cabo nuevas inversiones por 259 millones o bajar el IBI al mínimo legal, promesa que suscribieron tanto PP como Cs en su acuerdo de gobierno. 

Colau si logró amarrar -con los votos del PSC y la abstención de ERC- los apoyos suficientes para sacar adelante sus últimos presupuestos, que serán de récord: 3.595 millones, casi 190 más que en 2022. Las prioridades de su gobierno pasan por "la emergencia social, proteger la economía y continuar con la transformación verde de la ciudad". Ha congelado los impuestos y mantendrá bonificaciones sobre las terrazas, así como la tasa turística, que crece al mismo ritmo que se recupera el turismo en la ciudad. 

En cuanto a la inversión, Barcelona finalizará el año liderando la inversión hotelera -187 millones frente a los 182 de Madrid- y todavía tiene suelo disponible en el 22@ para seguir atrayendo empresas, principalmente tecnológicas. Para tratar solucionar el omnipresente problema de vivienda que sufren ambas capitales, Madrid ha optado por dar vía libre al desarrollo de casi todos los PAUs residenciales que conforman la periferia, quedándose muy cerca de agotar el suelo disponible en su término municipal. 

Mientras llega ese día, el gobierno capitalino ha apostado su futuro a que Madrid Nuevo Norte, el futuro distrito financiero de la capital, consiga por fin mover un metro de tierra tras treinta años de cajón en cajón. La lluvia de proyectos también cuenta con un colaborador esencial, el Ministerio de Transportes, que llevará a cabo la renovación completa de la estación de Chamartín mientras avanza en el desarrollo de 10.000 viviendas en Campamento u otras 3.000 en Abroñigal

Con la economía madrileña centrada en los servicios, el debate industrial se traslada a Barcelona, que mira hacia su puerto, que recuperó su actividad de cruceros; y hacia su Zona Franca para el 'hub' de electromovilidad de Nissan o los vehículos eléctricos de Seat. Para el nuevo año, la incógnita está en si se logrará resolver el conflicto que paraliza la ampliación del aeropuerto de El Prat, algo donde Madrid tiene las cosas más claras. 

AENA ya ha arrancado el proceso para industrializar el entorno de Barajas y aerolíneas como Iberia han cogido el guante para hacer de éste un lugar clave en su proceso de expansión hacia América. La recuperación completa del turismo y la llegada de nuevos residentes marcarán el futuro de ambas ciudades, mientras se reducen sus posibilidades de crecer a lo ancho y sus residentes piden más espacio para vivir mejor. Si compatibilizar los intereses de todos forma parte de los principios de cualquier gobierno, desde luego los de Madrid y Barcelona tienen un gran reto por delante. La respuesta a estos la tendrán sus vecinos el 28 de mayo. 

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