Baréin rechaza trasladar a Dinamarca a opositor en huelga de hambre

  • El Consejo Supremo de Justicia de Baréin rechazó hoy trasladar a Dinamarca al opositor encarcelado Abdulhadi al Jawaya, en estado grave tras más de 50 días en huelga de hambre, mientras su hija Zeinab fue puesta en libertad.

Manama, 8 abr.- El Consejo Supremo de Justicia de Baréin rechazó hoy trasladar a Dinamarca al opositor encarcelado Abdulhadi al Jawaya, en estado grave tras más de 50 días en huelga de hambre, mientras su hija Zeinab fue puesta en libertad.

Una fuente de ese órgano judicial, citada por la agencia de noticias oficial BNA, explicó que la ley de medidas penales sobre la extradición de acusados y condenados a otros países no contempla el caso de Al Jawaya, que no cumpliría con los requisitos establecidos en dicha normativa.

Ayer, el ministro bareiní de Exteriores, Jaled al Jalifa, explicó que su país estudiaría el citado traslado, planteado por su homólogo de Dinamarca, Villy Søvndal, ya que Al Jawaya también tiene nacionalidad danesa.

Al Jawaya, que fue presidente del Centro de Baréin para los Derechos Humanos, fue condenado el pasado junio por un tribunal militar a cadena perpetua junto a otros siete opositores y clérigos chiíes por intentar derrocar al régimen bareiní durante las protestas pro democracia.

La salud de Al Jawaya, de 53 años, se ha deteriorado mucho en los últimos días, según su familia, que ha advertido de que podría entrar en coma.

En cuanto a su hija, la opositora Zeinab al Jawaya, fue liberada después de haber sido detenida en dos ocasiones en los últimos dos días, según informó su abogado.

Primero fue arrestada durante una protesta en Manama el pasado viernes para pedir la liberación de su padre, y fue puesta en libertad un día después.

Al enterarse de que la salud de su padre había empeorado se dirigió al hospital militar al que había sido transferido para visitarle.

Allí fue arrestada de nuevo, acusada de insultar a un oficial y pasó unas 6 horas detenida, aunque, según su letrado, la opositora solo quería ver a su progenitor.

Desde el inicio de las protestas en febrero de 2011 para pedir reformas políticas en Baréin, han muerto al menos 70 personas, mientras que miles han sido detenidas y decenas condenadas a penas de prisión, de acuerdo a los datos de la oposición.

Baréin es un pequeño reino del golfo Pérsico, en el que el 70 por ciento de la población es chií, aunque está gobernado por una monarquía suní.

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