La división de opiniones en el seno del Partido Socialista continúa dejando titulares, aunque sus dirigente se esfuerzan por templar los ánimos. Si los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón -Emiliano García-Page y Francisco Javier Lambán- se enzarzaron ayer en una batalla dialéctica con Miquel Iceta acerca de la consideración de Cataluña como una "nación" y sobre la conveniencia de que España y Cataluña se reúnan 'de tú a tú' para negociar la investidura de Pedro Sánchez; hoy, Ximo Puig también ha fijado su postura. Lejos de continuar alimentando la polémica con el dirigente catalán, el presidente de la Generalitat Valenciana ha emplazado a la derecha a arrimar el hombro y, así, cerrar la puerta a ERC.
Tal y como informa la agencia Efe, ha apelado a "todos los partidos" a sentirse concernidos en la labor de la formación del Gobierno. De este modo, pone la pelota en el tejado del Partido Popular y Ciudadanos, y lamenta que "hayan abandonado desde el primer momento su obligación de facilitar la gobernanza". Ante los rumores de bronca entre los gobiernos regionales socialistas, Puig ha negado la mayor y ha respaldado a Sánchez: "Está actuando de forma correcta".
Por su parte, desde la población de zaragozana de Uncastillo, el presidente de Aragón, Francisco Javier Lambán, ha suscrito sus palabras del día de ayer acerca de la actitud que debería de mantener su partido con Esquerra Republicana de Catalunya y, además, ha recordado a PP y Ciudadanos que tienen la oportunidad de condenar al independentismo a la "irrelevancia" en la próxima legislatura, según informaciones de Europa Press.
Al tiempo que ha brindado "todo el apoyo" de los socialistas aragoneses al secretario general del partido; ha recordado a Pablo Casado e Inés Arrimadas que, hace tres años, el PSOE facilitó la investidura de Mariano Rajoy "en un gesto de responsabilidad, en un gesto de patriotismo, para que España tuviera un Gobierno y no hubiera unas terceras elecciones".
Ambos dirigentes han coincidido en señalar la importancia de llegar a un acuerdo "cuanto antes" para poder empezar a hablar de cuestiones como la reforma de la financiación autonómica o el impulso de ciertas infraestructuras. También los dos han apuntalado sus declaraciones dejando clara su postura en cuanto al estricto "ajuste constitucional" que tiene que tener cualquier acuerdo que se acabe alcanzando.
Tanto Lambán, que no ha mencionado a Iceta durante el acto del PSOE en Uncastillo; como el político catalán, que ha sido reelegido hoy primer secretario del PSC en un congreso en Barcelona, parecen haber enterrado el hacha de guerra, cuanto menos de puertas para fuera. En el día de hoy, Iceta se ha mostrado confiado en la "vitalidad" que impera en el Partido Socialista y ha querido calmar los ánimos, un poco revueltos las últimas horas: "El partido ha conseguido generar un buen clima de confianza, de lealtad, de correspondencia estrecha entre los anhelos, los deseos y la realidad".
La nota ilusionante de la jornada para el votante socialista, no obstante, la ha dado Ximo Puig, que no ha ocultado sus buenas sensaciones con las "noticias" que se van conociendo sobre los planes de PSOE y Podemos. Concretamente, se ha referido al aumento del salario mínimo.
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