Barroso culmina diez años de mandato marcados por la etapa más difícil de UE

  • El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, pondrá fin el próximo 31 de octubre a diez años al frente del Ejecutivo comunitario en los que ha tenido que lidiar con el periodo más complicado de la Unión Europea (UE) hasta la fecha, marcado especialmente por la crisis de la eurozona.

Marta Borrás

Bruselas, 26 oct.- El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, pondrá fin el próximo 31 de octubre a diez años al frente del Ejecutivo comunitario en los que ha tenido que lidiar con el periodo más complicado de la Unión Europea (UE) hasta la fecha, marcado especialmente por la crisis de la eurozona.

El político conservador portugués explica en su libro "Comisión Europea 2004-2014. Un testimonio del presidente", que cuando asumió su cargo en 2004 "era consciente de los desafíos", pero que "jamás hubiera podido imaginar" lo que le venía encima a la Unión.

"En estos diez años la UE ha atravesado los momentos más difíciles de su historia", dice Barroso, que menciona en particular el rechazo por Francia y Holanda del Tratado constitucional europeo, el "largo periodo de bajo crecimiento y de alto desempleo en algunos países" y "la crisis financiera que evolucionó hacia una crisis de la deuda soberana".

El mensaje que Barroso ha subrayado en las últimas semanas, y que menciona también en el libro, es que "Europa es ahora mucho más fuerte que antes de la crisis".

Los analistas coinciden en que el político portugués no lo ha tenido fácil, especialmente al inicio de su segundo mandato, cuando la crisis se acentuó y adquirió tales dimensiones que incluso hizo temer por la supervivencia del euro.

A partir de 2010, con la crisis en su máximo apogeo, los líderes de los Estados miembros "tuvieron que tomar las riendas" de la situación, lo que de alguna manera "marginó desde el punto de vista político tanto a la Comisión Europea como a la Eurocámara", explica a Efe Janis Emmanoulidis, analista del European Policy Centre.

Pese a ello, añade, la CE "continuó jugando un papel", y ayudó a superar el temor a que la crisis se convirtiera en un problema insuperable.

No obstante, precisa el mismo experto, quizá el mayor error de la Comisión Barroso fue que al inicio de la crisis actuó de manera "demasiado prudente".

"Podían haber sido más rápidos a la hora de presentar propuestas, más ambiciosos, y más exigentes con los Estados miembros", considera.

Una complicación añadida para el político portugués, según Emmanoulidis, ha sido el enfriamiento del eje franco-alemán en los últimos años, que para Bruselas ha complicado en algunas ocasiones la posibilidad de "lograr compromisos".

El mismo analista considera que "es demasiado pronto" para hacer un balance definitivo del Ejecutivo comunitario dirigido por Barroso y que ello será una labor que corresponderá a los historiadores, dentro de 20 o 30 años.

Por su parte Pieter Cleppe, del centro de estudios Open Europe, opina que el doble mandato de Barroso "no ha tenido mucho éxito".

Este analista cree que la CE dirigida por Barroso no supo estar a la altura de las circunstancias a la hora de gestionar la crisis, y que en lugar de intentar evitar la puesta en marcha de programas de asistencia financiera, prefirió evitar grandes pérdidas a los bancos.

"Se supone que el Ejecutivo comunitario debe actuar como guardián de los Tratados, y no hizo nada para apoyar la cláusula de no-rescate", que prohíbe explícitamente a los Estados miembros asumir los compromisos financieros de un Gobierno nacional.

Este experto considera que el "gran fallo" de Barroso ha sido "no escuchar" los mensajes que le llegaban, cosa que a su juicio quedó patente más que en ningún otro caso tras los referendos en Francia y de Países Bajos, cuando una mayoría de ciudadanos votó en contra del Tratado constitucional de la UE.

Pese a las críticas, el mismo analista reconoce que también ha habido algunos logros en la Comisión dirigida por el político portugués, entre los que destaca "la ampliación" de la UE hacia el Este, que Barroso supo liderar "correctamente".

Para el analista de Open Europe, Barroso será recordado como "un oportunista, amigo de todos", muy flexible pero sin una base firme de convicciones.

El próximo 1 de noviembre entrará en funcionamiento la nueva CE, dirigida por el luxemburgués Jean-Claude Juncker. EFECOM

mb/prb

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