Una batalla de imágenes de guerra en el frente de Mosul

  • Los teléfonos son almacenes inagotables de imágenes captadas en primera línea, a menudo de autofotos o de cuerpos de yihadistas.

    En Mosul, los civiles, a quienes el EI les prohíbe el uso de teléfonos y de internet, tienen sin embargo poca presencia en las redes sociales.



En 2014, la propaganda visual del grupo Estado Islámico contribuyó a la caída de Mosul, causando terror entre las tropas iraquíes en beneficio de los yihadistas. Hoy, en plena batalla por la ciudad, la guerra de las imágenes sigue causando estragos.

'Los medios y las redes sociales anunciaron la caída de Mosul antes de que sucediera y, de repente, sucedió', considera un oficial de las unidades de élite iraquíes que vio a policías y soldados huyendo de la ciudad hace dos años, antes incluso de que los combatientes del EI entraran.

Ahora que las tropas iraquíes tratan de recuperar, desde hace dos meses, el último feudo yihadista del país, este militar defiende, pidiendo el anonimato, la utilización 'de los mismos útiles en provecho de las fuerzas' regulares.

Desde que comenzara la ofensiva en Mosul, el mando iraquí ha multiplicado los anuncios y los comunicados victoriosos, al tiempo que los medios locales retransmiten largas horas de crudas imágenes en directo de las líneas del frente.

La televisión kurda iraquí Rudaw ha desplegado allí todas sus unidades de satélite para que cientos de miles de internautas puedan ver en directo, por internet, cómo se produce el avance de los peshmerga -combatientes kurdos- y de las tropas iraquíes, en la llanura de Nínive, donde se encuentra Mosul.

'Para los kurdos, esto es [un asunto] político', apunta François-Bernard Huygue, director de investigación del Instituto francés de Investigaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS).

Con esta cobertura mediática 'alimentan la moral de la retaguardia y envían una imagen positiva a Occidente', agrega.

En la actualidad, la televisión local de Mosul regresa a su ciudad, siguiendo los pasos de los tanques iraquíes.Canales de información

Además, junto a los medios tradicionales, también se han desarrollado muchos otros canales de información.

En el equipo de cada soldado o policía, dos nuevos instrumentos se han vuelto imprescindibles: un celular con cámara y un cargador.

Los teléfonos son almacenes inagotables de imágenes captadas en primera línea, a menudo de autofotos o de cuerpos de yihadistas.

Este tipo de propaganda de imágenes es una especialidad conocida del EI, un grupo 'Web 2.0' que 'se apoya en la participación de los yihadistas de base, que se filman con [cámaras] GoPro', explica a la AFP Huygue. Unos vídeos que crean 'un efecto de puro terror'.

'En los años 1960, con Vietnam, la televisión hizo que la guerra entrara en todos los salones. Hoy, los teléfonos inteligentes han llevado la guerra a todos los bolsillos', indica este especialista en comunicación y ciberestrategia.

Los combatientes que se filman en acción, ya sean yihadistas, soldados o milicianos, pertenecen a una 'generación que cuenta sus salidas -y hoy en día sus combates heroicos- publicándolas en línea', agrega el investigador.

'Ante la profusión de imágenes y puntos de vista, cada uno puede [...] elegir su versión de la historia, quiénes son los buenos y quiénes los malos', señala Huygue.El 'EI' se lo prohíbe a los civiles

En Mosul, los civiles, a quienes el EI les prohíbe el uso de teléfonos y de internet, tienen sin embargo poca presencia en las redes sociales.

Una cuenta de Twitter colectiva se ha arrojado la misión de darles voz: 'Mosul Eye', el ojo de Mosul, que deriva del blog de un vecino de la ciudad que se presenta como un 'historiador independiente' pero que mantiene el anonimato por miedo a las represalias.

Desde junio de 2014, 'Mosul Eye' ha descrito, en mensajes de 140 caracteres, la vida en la autoproclamada 'capital' del EI en Irak.

'El precio de la botella de gasolina ha alcanzado los 200.000 dinares iraquíes (unos 150 dólares)', tuiteaba recientemente 'Mosul Eye'.

El blog con el mismo nombre también daba 'sugerencias para resolver los problemas' una vez se reconquiste la ciudad, como la reconstrucción de infraestructuras o la creación de consejos de representación de las tribus locales.

Sin embargo, a principios de diciembre, el autor del blog anunció que se iba. 'Me he visto obligado a abandonar mi adorada ciudad y no sé si volveré algún día', escribió. 'La última imagen que he tenido ante mis ojos fue la de un cuerpo suspendido de un poste eléctrico'.

L.I
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