Encontrados en la auditoría interna

BBVA entregó al juez correos que prueban el nexo de la Policía, Villarejo y el banco

  • El exjefe de la UCAO García Castaño acredita comunicaciones entre un inspector y el entorno de Villarejo sobre datos de un proyecto de espionaje.
villarejo, salamanca, enrique garcía castaño
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la informacion

BBVA aportó a la Audiencia Nacional una serie de correos electrónicos que intercambió un exjefe de seguridad del banco con el inspector de Policía jubilado Constancio Riaño en los que daba traslado de información confidencial que se le pidió desde la Comisaría General de Información. Además de estas comunicaciones, el banco entregó al juzgado otros correos que vendrían a acreditar que el mando policial no solo interactuó con el banco sino también con el entorno de José Manuel Villarejo. En concreto, se trata de 'mails' que cruzó con el inspector Antonio Bonilla, ligado a los negocios del comisario jubilado. 

Así lo recoge el exjefe de la UCAO Enrique García Castaño en un escrito remitido a la Audiencia Nacional y al que ha tenido acceso este diario. En el mismo, su defensa recurre el auto del magistrado Manuel García Castellón por el cual zanjaba las pesquisas seguidas en la pieza número dos, relativas al proyecto Iron. El instructor, siguiendo el criterio de la Fiscalía Anticorrupción, dictó auto de procedimiento abreviado contra un total de 14 personas por este encargo de espionaje por el cual el comisario jubilado tuvo acceso de manera ilegal todo tipo de información bancaria y tributaria de unos particulares a petición del despacho de abogados Herrero y Asociados. Entre las personas que ha dejado a un paso del banquillo se encuentran el propio Villarejo, Bonilla, Constancio Riaño y García Castaño, alias 'El Gordo'. 

Ahora, la defensa de este último recurre la decisión del instructor del caso Tándem y asegura en su escrito que no tuvo nada que ver en este encargo concreto que se gestó entre los años 2013 y 2014. Los investigadores aseguran que hay la información que obra en el sumario de la causa que vendría a probar la intervención de 'El Gordo' en la obtención de datos policiales de manera ilegal. Sin embargo, su defensa responde que él no estuvo implicado y que la interlocución que se mantuvo desde la Policía en nombre de Constancio Riaño con otros inspectores vinculados muy de cerca a los negocios que Villarejo se gestionó a través de Cenyt. 

Diligencias sin practicar

De hecho, asegura que la prueba reside en que Constancio Riaño no solo interactuó con César Bilbao (exjefe de seguridad del BBVA) para obtener datos de carácter confidencial que él mismo dijo que eran para la Comisaría de Información sino que alude a unos correos aportados a la causa por el BBVA ya en febrero de 2019 y que vendrían a probar los vínculos directos con Antonio Bonilla. Añade que Bonilla, a su vez, se los enviaba a Rafael Redondo, socio del comisario jubilado en su entramado empresarial y también procesado en esta segunda pieza del caso. Es por ello que recuerda la defensa de García Castaño que se tendrían que haber practicado las diligencias solicitadas a lo largo de la instrucción. 

Las mismas consisten en requerir el tráfico de llamadas del teléfono de Riaño para acreditar si también intercambió información del proyecto Iron vía telefónica con Bonilla, así como todos los correos que envió el inspector retirado desde su cuenta de la Policía a Bonilla. La implicación de 'El Gordo' en estos encargos concretos se produjo tras descubrir la primera remesas de 'mails' intercambiados con el BBVA en los que el propio Riaño le decía al alto cargo del banco que necesitaba toda la información confidencial de los espiados (transferencias, préstamos y otros movimientos) porque así lo pedía su "amigo Enrique". 'El Gordo', por su parte, siempre negó ser él el que estuviera detrás de esta petición. 

Los investigadores también sitúan a 'El Gordo' detrás del acuse de documentos que le llegaron vía fax sobre datos confidenciales que habría obtenido por su cargo al frente de la Comisaría de Información. De hecho, todo este material se halló en las carpetas que la Policía se incautó en los registros de Villarejo y Redondo tras las detenciones practicadas en noviembre de 2017. Estas carpetas llevaban por nombre 'Gestiones Big', apodo con el que bautizaron a García Castaño. De nuevo este alto mando policial, que recuerda que colabora con la Justicia, insiste en desligarse de estos hechos y en pedir que se libre oficio a la Comisaría de Información a fin de que facilite al Juzgado el listado de números que remitieron faxes al que existe en la unidad para probar que él no lo recibió. "Es a todas luces una diligencia fundamental", reza su escrito. 

"Por lo tanto, ha quedado acreditado en el marco de esta causa que la cadena de transmisión de información era de Constancio Riaño a Antonio Bonilla y de éste a Rafael Redondo. De hecho, durante la declaración del señor Riaño el 23 de septiembre de 2019 se acreditaron estos extremos y además se produjo la confesión de entrega de información a otros terceros ajenos a Cenyt por parte del señor Riaño", reza el recurso presentado por el exjefe de la UCAO. El mismo incluye además los correos aportados por el BBVA. Las comunicaciones prueban que Riaño escribió a Anbycol, empresa de la que es dueño Bonilla. En la mayoría de estos correos se trasladan impresiones de los trabajadores de Balder IP Law, como consta en el intercambiado en octubre de 2014, en el que Riaño desglosa las cuentas bancarias de dos personas y los pagos domiciliados a las mismas. 

Riaño: "Actué por orden de García Castaño"

Sin embargo, no todos los correos se ciñen al ámbito laboral. En uno de ellos le dice Riaño a Bonilla que entrene al mus. Un comentario por el que le preguntó el abogado de García Castaño en su interrogatorio del pasado 23 de septiembre. De acuerdo con el contenido del mismo, al que ha tenido acceso este diario, Riaño se desligó por completo de Villarejo y de Bonilla pero luego acabó admitiendo que compartió con él este juego de cartas."Jugué un día al mus con él, pero eso no significa nada", replicó a la par que no supo explicar por qué trasladó al entorno de Villarejo un documento que llevaba su nombre si no le conocía de nada. Sí admitió que utilizó su dominio de la Policía para pedir información al BBVA y que lo hizo "por orden" de García Castaño. "Y ya está", sentenció.

Su interrogatorio también sirvió para conocer que el recientemente fallecido Antonio González Pacheco (conocido como 'Billy el Niño') recurrió a él para que le facilitara datos de matrículas de coches. Según contó entonces Riaño, le estaban "aterrorizando" y él le intentó ayudar desde la Comisaría General de Información. "Ese señor era vigilado constantemente, seguido constantemente. No tiene ni una sentencia por tortura. Es un señor que me pidió a mí ayuda como amigo de él, porque nos hicimos amigos corriendo", dijo Riaño a preguntas del letrado de García Castaño. 

El magistrado García Castellón acordó cerrar esta pieza número dos del caso Villarejo el pasado 7 de mayo al considerar que había indicios suficientes que demuestran que Herrero y Asociados recurrió a los servicios de Villarejo a sabiendas de que éste se amparaba en un clan "parapolicial" y que empleó medios al margen de la legalidad que supusieron una injerencia en los derechos fundamentales de los espiados. El despacho, que también ha sido procesado como persona jurídica, recurrió a Cenyt para que investigara de cerca a los empleados de Balder IP Law al considerar que le estaban realizando competencia desleal en el negocio. El juez les afeó que conocieran las verdaderas prácticas de Villarejo y que además pagaran estos trabajos al margen de la contabilidad oficial del bufete. 

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