Una nota interna del BdE avala a Casaus: Rato aceptó en 2012 que BFA no era viable

  • Plasmó por escrito su preocupación por el exceso de gestores y el problema de liquidez: "Bankia se tuvo que gestionar como una empresa en crisis".
Nota BdE BFA inviable
Nota BdE BFA inviable
L.I.

Un día después de la reunión que mantuvieron altos cargos del Banco de España con Rodrigo Rato por la delicada situación de Bankia, el supervisor plasmó las conclusiones del encuentro en una nota interna que ahora se incorpora a la causa, la cual encara su recta final. La misma, fechada a 7 de marzo de 2012, viene a respaldar la versión prestada en sede judicial por el inspector crítico con el Grupo, José Antonio Casaus, en tanto reconoce que, en un momento concreto del determinante encuentro, el entonces presidente de la entidad se mostró de acuerdo con los expertos en torno a que BFA era inviable. 

Este documento se adhiere al procedimiento a petición de la CIC junto con otros cuatro correos que Casaus y exaltos cargos del supervisor intercambiaron entre enero y abril de 2012 sobre los problemas del banco. La nota recoge los pormenores del encuentro que tuvo lugar el 6 de marzo y que se produjo en plenas negociaciones por el plan de ayudas que Rato estudiaba presentar al FROB para salvarlo. En nombre de la entidad participaron el exvicepresidente del Gobierno y el entonces secretario general del banco, Miguel Crespo, mientras que por parte del supervisor acudieron Pedro González, José Antonio Gracia y los dos inspectores responsables del equipo de seguimiento continuado: José Antonio Delgado y José Antonio Casaus. 

 El Banco de España recoge en esta comunicación interna que el principal mensaje que se le transmitió a Rato en aquel entonces fue que no le veían futuro al Grupo BFA "tal y como estaba configurado". En concreto apuntaron que la matriz "claramente no era viable" y que Bankia afrontaba una situación complicada como consecuencia de la evolución de los márgenes de la cuenta de resultados, la elevada morosidad, la posición financiera y de capital, además de la "complicada" situación del entorno económico. 

"El presidente de Bankia se mostró de acuerdo en la inviabilidad de BFA e indicó que estaban trabajando en una nueva estructura del grupo, estrategia que incluía la amortización parcial y anticipada del FROB y la contabilización del resto de las preferentes del FROB en una sociedad que no tendría naturaleza de entidad de crédito", reza la nota a la que ha tenido acceso este diario. De este modo confirman el extremo contado por Casaus, el cual declaró como testigo que su entonces superior le sugirió que suavizara el informe sobre el proceso de integración a fecha de marzo de 2011. Ya entonces, el inspector crítico con la salida a bolsa del banco entendió que faltaban saneamientos por importe de entre 8.000 y 10.000 millones de euros.

Precisamente, el encuentro con Rato fue uno de los asuntos que se recogió en las cuatro comunicaciones reconocidas en sede judicial por Casaus el pasado mes de abril y que ahora se suman a la causa junto con estas notas internas. La preocupación del supervisor coincide en el tiempo con un momento clave en el proceso judicial: la entrega a la CNMV de las cuentas relativas al ejercicio de 2011 sin auditar. Los estados financieros no venían respaldados por la firma de Francisco Celma, el cual expuso que no los auditó porque le faltó información clave que estudiar. De hecho, de entre esos correos, Casaus destacó uno sobre el encuentro celebrado en esas fechas con el auditor externo de Deloitte, el cual les trasladó su preocupación. 

Las controvertidas manifestaciones del inspector díscolo fueron rebatidas por gran parte de sus superiores en el supervisor que apuntaron que no eran más que opiniones y que lo realmente relevante eran los informes de seguimiento que firmaba el inspector y que fueron favorables a la creación del SIP que dio lugar al nacimiento de Bankia. Sin embargo, en lo que respecta a la reunión con el principal acusado del procedimiento, la misma no solo quedó plasmada únicamente en estos escritos sino que también se recogió en la nota de tres páginas que ya obra en el sumario de la causa. 

"Más preocupados que el propio equipo gestor"

En este escrito, el Banco de España reconoce que en la reunión se trataron "cinco apartados clave". Así, lo primero que plasmaron es que el banco debía ser gestionado como una empresa en crisis pese a que los entonces gestores no compartían ese extremo. "Comentamos que parecemos nosotros más preocupados por la trayectoria de la compañía que el propio equipo gestor y directivo, lo cual es un signo preocupante desde nuestra óptica", expone la nota firmada por la Dirección General de Supervisión.

Igualmente, la reunión celebrada en la sede del banco en Plaza de Castilla también sacó a relucir otros aspectos como el "exceso" de equipo directivo en el organigrama o las dudas que le suscitaban la auditoría interna. "Actúa más como elemento consultor que como elemento de control riguroso", explican. Otro de los asuntos abordados fue la situación de Banco de Valencia. Los expertos vienen a respaldar el criterio de la Fiscalía Anticorrupción acerca de que se integraba globalmente con el Grupo y que el mensaje que se estaba trasladando al mercado, más allá de los aspectos mercantiles, era que Bankia no estaba siendo capaz de gestionar el conflicto.

Sobre el problema de liquidez, el escrito reconoce que se pospuso pero no se solucionó y que la generación de resultados era "claramente inferior" a las necesidades de saneamientos de Bankia (antes y después del 'decreto Guindos' sobre el sector financiero). En lo que respecta a la morosidad, los inspectores también trasladaron a Rato que existía un "volumen relevante" y dotaciones latentes en la cartera de riesgo promotor que no había aflorado debido a la refinanciación de operaciones que se contabilizaron como riesgo normal. Dos meses después de este encuentro, el banco fue nacionalizado.

Mostrar comentarios