Bruselas, 6 sep.- Los principales partidos políticos de Bélgica mantienen hoy una interminable reunión en la que pretenden llegar a un principio de acuerdo para poder formar Gobierno y poner fin a más de un año de crisis política desde las últimas elecciones, en junio de 2010.
Desde primera hora de esta mañana y hasta ahora, las ocho formaciones que negocian la salida a la crisis (entre las que no figura la ganadora de las elecciones, los separatistas flamencos de la N-VA) se han centrado en la polémica situación de la periferia flamenca de Bruselas, conocida como Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV).
El encargado de formar el nuevo Ejecutivo belga, el socialista francófono Elio Di Rupo, puso hoy sobre la mesa una propuesta retocada sobre BHV que parece no haber satisfecho a los demás partidos, en especial a los liberales valones del MR.
Poco más se sabe de esta reunión a puerta cerrada, que fue convocada con el espíritu de no abandonar hasta lograr un acuerdo de base, pero los medios locales ya aseguran que los trabajos tendrán que continuar mañana.
La radio pública flamenca VRT sostiene que el nuevo planteamiento de Di Rupo sobre BHV no difiere mucho del que ya presentó a principios de julio.
El político valón aceptó entonces separar definitivamente el distrito electoral BHV, una vieja reivindicación flamenca y origen de la actual crisis, pero propuso que los habitantes, en su mayoría francófonos, de seis localidades flamencas de la periferia de Bruselas tengan la opción de votar por listas electorales de la capital, donde concurren partidos de ambas comunidades.
Según la VRT, la nueva propuesta sigue incluyendo una forma de transferencia de votos excedentes de un distrito electoral a otro.
También se mantendría la propuesta de crear una circunscripción electoral federal, de 10 diputados, para corregir el fenómeno de que actualmente cada región elige a sus legisladores nacionales, pero no se puede votar a nivel nacional.
La N-VA, excluida de las negociaciones, recalcó hoy que no desea que se celebren otras elecciones, en caso de que este nuevo intento de Di Rupo también fracase.
"Si las negociaciones fracasan no deberías convocar elecciones", declaró en la página web de la formación el diputado soberanista flamenco N-VA Siegfried Bracke, quien animó a buscar una solución dentro del Parlamento.
Participan en las negociaciones cuatro partidos flamencos -el liberal Open Vld, el socialista SP.A, el democristiano CD&V y el ecologista Groen- y cuatro francófonos (el ecologista Ecolo, el liberal MR, el democristiano CDH y el socialista PS).
Las dificultades políticas en Bélgica han sido una constante desde hace décadas por la rivalidad que existe entre flamencos (al norte) y valones (al sur), pero nunca hasta ahora había llevado tanto tiempo llegar a un acuerdo para la formación de un Ejecutivo.
En las elecciones del 13 de junio de 2010 resultaron ganadores dos partidos antagónicos: la N-VA, partidaria de la escisión de Flandes, y los socialistas francófonos del PS, lo que ha dificultado las negociaciones.
Los flamencos reclamaron tratar a la vez la formación de la nueva coalición gobernante y la reforma del Estado, con la esperanza, entre otras cosas, de atribuir más competencias a las regiones.
Entretanto, Bélgica sigue gobernada por un gabinete interino dirigido por el democristiano Yves Leterme, que debido a que tiene competencias limitadas no puede tomar ciertas decisiones, un factor que preocupa dado el contexto actual de crisis económica.
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