Roma, 8 abr.- El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi confirmó hoy que se reunirá con el líder del centroizquierda, Pier Luigi Bersani, para abordar la actual situación de bloqueo político que vive el país tras las elecciones generales de finales de febrero.
En declaraciones a uno de los canales de televisión de su propiedad, Berlusconi, líder del centroderecha italiano y presidente del partido Pueblo de la Libertad (PDL), indicó que su intención de cara a ese encuentro, el primero que se producirá entre ambos tras los comicios, es la de dar un gobierno estable a Italia.
"Finalmente Bersani ha aceptado y se ha mostrado disponible a un encuentro. La fecha no se ha fijado, pero mi posición y la del PDL la conocen todos: es necesario dar un gobierno estable y fuerte al país para adoptar medidas muy urgentes que se impongan para relanzar la economía", dijo Berlusconi.
En este sentido, Berlusconi aludió a las ocho medidas que planteó el pasado sábado como esenciales para comenzar la nueva legislatura, entre ellas la derogación del impuesto sobre la vivienda habitual, una serie de bonificaciones fiscales a quien contrate de modo indefinido y la abolición de la financiación pública a los partidos.
"Solo a través de los ocho puntos de nuestro programa, que son ocho propuestas de ley que presentaremos esta semana en el Senado, se puede salir de la recesión y crear nuevos puestos de trabajo", afirmó Berlusconi.
"Se trata de un gesto que contrasta con la pasividad de las otras fuerzas políticas, que han perdido 43 días y tienen intención de perder otro tiempo precioso. El país no puede esperar más", agregó.
La confirmación de la disposición de Bersani a reunirse con Berlusconi llega después de un fin de semana en el que destacados miembros de la formación del líder del centroizquierda, el Partido Demócrata (PD), le han presionado públicamente para que aceptara empezar a dialogar con "il Cavaliere".
Sobre la mesa del encuentro está ya no solo la formación del próximo gobierno, ante la falta de mayoría absoluta de Bersani en el Senado, sino un posible acuerdo sobre el sucesor de Giorgio Napolitano al frente de la Presidencia de la República, cuya votación comenzará en el Parlamento la semana que viene.
Desde las elecciones, Berlusconi ha insistido en la necesidad de un Gobierno de coalición entre su partido, el PD, la secesionista Liga Norte y la formación centrista del primer ministro en funciones, Mario Monti, mientras que Bersani ha descartado cualquier alianza para un Ejecutivo con el PDL.
En un encuentro celebrado hoy en el Senado, Napolitano evocó el llamado "compromiso histórico", el acuerdo logrado entre comunistas y democristianos en 1976 para sacar al país adelante en unos años en los que Italia se encontraba en una grave crisis sociopolítica.
No obstante, el "compromiso histórico" se rompió abruptamente en mayo de 1978, con el asesinato del presidente de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, por un comando del grupo terrorista Brigadas Rojas, tras haberlo mantenido secuestrado durante dos meses, en uno de los episodios más oscuros de la moderna historia política italiana.
Sobre ese "compromiso histórico", que consistía básicamente en el apoyo externo del Partido Comunista Italiano (PCI) a la labor de gobierno de la Democracia Cristiana (DC), Napolitano manifestó que "fue necesario tener valor en esa decisión inédita de un amplio consenso y solidaridad, impuesta por amenazas y pruebas, como una inflación y una situación financiera fuera de control".
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