El campo se ahoga

Biden y Filomena se alían para arruinar una campaña del aceite de oliva récord

La nueva administración norteamericana ha mantenido los aranceles de Trump a los grandes productos de alimentación españoles y el clima ha reducido una producción olivarera que en octubre se creía histórica.

Imagen de una recogida de aceituna en el campo español durante esta temporada.
Imagen de una recogida de aceituna en el campo español.
UPA

A mediados de octubre del pasado año el sector del aceite de oliva se las prometía muy felices: la Junta de Andalucía preveía un aforo (producción) récord de 1,68 millones de toneladas en toda España, lo mismo que en los siguientes tres países productores a nivel mundial juntos (Grecia, Italia y Túnez), y en lontananza estaba la más que probable victoria electoral de Joe Biden sobre Donald Trump y la esperanza de que con la administración demócrata en la Casa Blanca se eliminaran los aranceles a los productos españoles impuestos por el presidente republicano.

Cinco meses después, con la campaña olivarera ya casi a punto de finalizar, y por culpa del clima y la ya célebre tormenta Filomena la producción se ha reducido casi en un 30% , el nuevo mandatario de los Estados Unidos ha decidido mantener los aranceles, al menos seis meses más. Si a ello le unimos que los precios en origen, verdadero campo de batalla para los agricultores en los últimos años, no acaban de repuntar como se esperaba (el virgen extra se sitúa en el entorno de los 2,70 euros el kilo, similar a 2019 y 35 céntimos superior al precio medio de 2020), se puede colegir que entre Biden y Filomena han preparado una ‘tormenta perfecta’ que ha afectado gravemente al ‘oro líquido’ del campo español.

Cuando hace poco más de una semana Estados Unidos hizo pública su decisión de mantener el arancel del 25% a los productos españoles, el presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juan Manuel Moreno, la consideró "una malísima noticia" para el aceite de oliva, del que Andalucía produce casi el 85% de todo el que sale de España. Y es que, en su conjunto, el arancel ha supuesto un auténtico descalabro para las exportaciones de aceite envasado español a Estados Unidos que, según datos oficiales, han descendido un 80% en el año 2020, el primero con el impuesto comercial ya en vigor, según datos de la propia administración americana, mientras los aceites de otros orígenes, como Túnez o Portugal, han dado por el contrario un paso de gigante en poco tiempo: las importaciones americanas de producto envasado originario de ambos países se han visto incrementadas en un 700% y 850% respectivamente. 

Por ello, el presidente del sector del Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta, destaca que "a medida que pasan los meses nuestro protagonismo en Estados Unidos se diluye. Los injustos aranceles a los que hacemos frente nos han sacado del mercado más importante fuera de la Unión Europea, tras haber realizado inversiones millonarias durante las últimas dos décadas". El responsable de la sectorial de Olivar y Aceite de UPA, y secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, lamenta que Joe Biden no haya eliminado "una traba comercial que nos perjudica notablemente" porque “los aranceles que seguimos sufriendo son totalmente injustos para el sector del aceite de oliva envasado y de la aceituna de mesa. Seguimos inmersos en una guerra comercial en la que nada teníamos que ver y, sin embargo, estamos pagando los platos rotos de las ayudas aportadas al sector aeronáutico europeo. Y el nuevo escenario político en Estados Unidos no ha cambiado en nada esta situación". 

Es más, según el sindicato agrario COAG, las pérdidas anuales por estos aranceles ascienden a 400 millones de euros en el sector del aceite y a 300 millones de euros en el sector del vino. "La Unión Europea ha tenido hasta el momento una actitud laxa. No ha impuesto aranceles a los productos norteamericanos lo suficientemente fuertes como para que revisaran su política comercial", sentencian desde UPA.

A su vez, el secretario general de Asemesa, la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa, Antonio de Mora, califica la noticia como "decepcionante", aunque reconoce que "nunca" confiaron en que EEUU fuera a eliminar los aranceles "de un plumazo". Es “una decepción más en la infructuosa defensa de la Unión Europea y el Gobierno de España a los productos agroalimentarios", subraya De Mora, quien detalla que las exportaciones de la aceituna de mesa hacia Estados Unidos, que sigue siendo su principal mercado, han caído un 28% en 2020, lo que califica de "desastre".

El propio ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, lo admite: "Comprendo la inquietud del sector y de los afectados, pero la organización de la nueva Administración lleva un tiempo y estoy convencido de que en los primeros contactos europeos, tanto por la Comisión Europea como los bilaterales de España, con la nueva Administración de norteamericana, antes o después, conseguiremos la eliminación de estos injustos aranceles". Incluso, la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, se muestra “optimista” de poder negociar la supresión de los aranceles con la administración Biden, pero reconoce que "habrá que ver" la voluntad de la Casa Blanca en negociar.

Aparte de Biden, la meteorología tampoco ha ayudado este año al olivar español. La lipogénesis es la producción de aceite dentro de la aceituna y se inicia en verano para alcanzar su máximo en octubre, noviembre y diciembre. Pero la climatología de este pasado otoño, con altas temperaturas, provocó que la cantidad de aceite producida por kilogramo de aceituna -el rendimiento graso- haya sido la menor en los últimos 25 años. En Andalucía hasta el mes de enero incluido, el rendimiento ha sido de un 17,7%, cuando la media de la serie histórica disponible es de un 21%.

A todo esto, hay sumar que, desde principios de año, se sucedieron una serie de borrascas atlánticas, como la conocida Filomena, que ha hecho que parte de la aceituna cayera al suelo y ya no sea recogida por los agricultores. Pero además, en algunas zonas y debido al frío intenso, se heló la aceituna y se perdió cantidad y calidad. Así, se estima que la producción de aceite de oliva en Andalucía puede situarse en la horquilla de 1.050.000-1.100.000 toneladas y en toda España no pasar de 1,3 millones, muy lejos de los 1,68 millones de aceite y los 6,5 millones de aceituna de almazara previstos en octubre. 

Pero es que además, en las zonas productoras afectadas por Filomena -particularmente Castilla-La Mancha, Murcia, Aragón, Cataluña y Extremadura, pero también Andalucía-, explica COAG, el peso de la nieve provocó la rotura de muchas ramas en el olivar, en los casos más extremos por encima del 50% del volumen total. En el caso de los árboles adultos esta rotura implica la merma en la cosecha durante 4-5 años (hasta que broten de nuevo las ramas y sean productivas) y, en el caso de las plantaciones jóvenes, puede suponer la muerte del árbol. Además, temperaturas de -10ºC durante más de seis días seguidos "dejaron las hojas totalmente tostadas".

Por ello, desde COAG se piden al ejecutivo ayudas extraordinarias porque "el olivar es un cultivo tradicional en la mayoría de las regiones afectadas y supone un importante complemento económico para muchas familias que se dedican a la agricultura. Sin embargo, como consecuencia de la borrasca Filomena, la renta de estas explotaciones agrícolas quedará comprometida durante los próximos años". Biden y Filomena, la tormenta perfecta que arruina al olivar español. 

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