Bielorrusia decide no acudir a la cumbre con UE alegando "discriminación"

Varsovia, 30 sep.- La delegación bielorrusa en la cumbre entre la Unión Europea (UE) y sus vecinos del Este decidió hoy no asistir a la segunda jornada de reuniones alegando una "discriminación sin precedentes" por parte de la organización.

Polonia, anfitriona del evento y presidenta de turno de la Unión Europea, lamentó la decisión y culpó al régimen de Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia desde 1994 y considerado último dictador de Europa, de aislar a sus diez millones de habitantes de "una colaboración productiva" con la Unión.

La legación bielorrusa recordó en un comunicado que el Gobierno de Bielorrusia participó en la primera conferencia de la Asociación Oriental, que tuvo lugar en Praga en 2009, de una manera "muy activa", ya que entonces no se dieron las circunstancias "discriminatorias" que se dan ahora.

La retirada llega después de las críticas que ayer lanzaron a Lukashenko el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, quienes mantuvieron un encuentro con miembros de la oposición democrática de la exrepública soviética.

Ambos políticos reiteraron que no habrá concesiones para Bielorrusia sin que antes se liberen a los presos políticos que todavía permanecen encarcelados.

La Unión Europea ha ampliado este año en dos ocasiones sus sanciones contra el régimen bielorruso por su política de represión y éstas afectan a casi dos centenares de personas, incluido el propio Lukashenko.

Además, los Veintisiete tienen congelados los activos de varias entidades vinculadas al gobierno y aplican un embargo sobre armas y materiales que puedan ser usados para reprimir protestas ciudadanas.

La cumbre de la Asociación Oriental pretende estrechar los lazos entre la UE y seis exrepúblicas soviéticas vecinas: Georgia, Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Armenia y Azerbayán.