El fabricante bávaro lanzará esta primavera la actualización de su berlina más lujosa, la Serie 7. Ha retocado su estética exterior, ciertos materiales y mandos del interior y la gama de propulsores, homologados siguiendo el protocolo WLTP. El cambio más notable se percibe en el frontal del vehículo. Sus nuevos faros y parrilla, cuyos 'riñones' crecen un 40 %, adoptan un diseño similar al del X7, el SUV de mayor tamaño de BMW.
Ambos parachoques también ven alterada su forma, que alarga veintidós milímetros las dos carrocerías de la Serie 7. La anchura y la altura, en cambio, permanecen sin variación. En la zaga, los pilotos son distintos y pasan a estar unidos por una tira de diodos luminosos situada sobre el espacio de la matrícula. Además, se han agrandado los contornos de las colas de escape y se ha renovado el surtido de colores exteriores y de estilos de llanta, que puede ser de hasta 21 pulgadas.
Mayor potencia y chasis recalibrado
Las novedades en la selección de motores se centran en las versiones de gasolina y la híbrida enchufable. Las primeras son la 750i, con un nuevo motor de ocho cilindros compartido con la recién lanzada Serie 8, y la 760i con motor de doce cilindros. Ahora generan 530 y 585 CV, respectivamente. Dichas cifras suponen un aumento de 80 caballos para la menos costosa y una disminución de 25 para la segunda. Ambas conservan la tracción a las cuatro ruedas de serie.
La híbrida, a la venta con tracción trasera y con tracción total, cambia su nombre de 740e iPerformance a 745e iPerformance y gana 68 caballos de potencia para alcanzar los 394. Es dos décimas de segundo más rápido en el 0 a 100 Km/h, su velocidad máxima ahora se sitúa en 250 Km/h -diez más que antes- y la autonomía en modo eléctrico ha subido diez kilómetros hasta los 58, dato ya homologado según el protocolo WLTP. BMW ha renovado la transmisión automática de ocho velocidades y ha mejorado la suspensión para adaptarla a los nuevos motores.
Interior más silencioso
La marca alemana ha aplicado una serie de medidas para disminuir el ruido y las vibraciones que se filtran al habitáculo. La nueva Serie 7 tiene un material capaz de proporcionar un mayor aislamiento acústico en zonas como los pilares centrales de la carrocería o los pasos de rueda posteriores. BMW lo complementa con cristales laminados 5,1 milímetros más gruesos para las ventanillas y luna traseras.
Otras modificaciones afectan al catálogo de materiales y tapicerías -destacan el cuero Nappa ampliado y dos nuevas inserciones de madera-, al volante con botones redistribuidos, así como al mando táctil del sistema multimedia y al sistema operativo de este último, que comparte la versión 7.0 con los nuevos X5 o Z4.
Este sistema se puede controlar a través de los mandos táctiles, con la voz o con comandos gestuales. Incluye software profesional como Microsoft 365 for Business y Skype for Business. Además, en la primera fila de asientos, el cargador inalámbrico para móviles se ha desplazado del reposabrazos a justo delante de los posavasos.
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