Bolivia y Chile dispuestos al diálogo, pero trámite en La Haya sigue

  • Bolivia y Chile se manifestaron dispuestos a reanudar el diálogo para restablecer relaciones diplomáticas, rotas desde la década del 70, aunque cada país es inflexible sobre el centenario diferendo marítimo que juzga la Corte Internacional de Justicia.

La visita sorpresiva del embajador chileno en misión especial ante el Tribunal Internacional de La Haya, Gabriel Gaspar, a La Paz, donde replanteó el martes al gobierno de Evo Morales restablecer las relaciones diplomáticas "aquí y ahora" y "sin condiciones", motivó la inmediata respuesta local.

El gobierno boliviano está de acuerdo en restablecer relaciones diplomáticas, pero el canciller David Choquehuanca recordó que Santiago le debe dar al país la salida al mar que le arrebató en una guerra librada a finales del siglo XIX.

"Chile ofrece relaciones diplomáticas aquí y ahora y sin condiciones. Nosotros mantenemos nuestra oferta y queremos ser muy categóricos", dijo el diplomático chileno.

Choquehuanca contestó que volver a dialogar es para que "podamos encontrar una solución definitiva al enclaustramiento de Bolivia", un tema que ha marcado la agenda bilateral durante más de un siglo.

Las posiciones públicas de los dos países no son nuevas y reflotan de tanto en cuanto, reconoció a la AFP el excanciller boliviano Armando Loayza.

"Estamos envueltos en una batalla mediática y desafortunadamente eso ha producido la paralización casi total de la gestión de la agenda de los 13 puntos", mencionó Loayza, en relación al acuerdo que ambos países firmaron en 2006 para tratar todos los asuntos más espinosos.

Esa agenda incluía el asunto marítimo y -según La Paz- Santiago debía ofrecer en ese marco soluciones "factibles y útiles", aunque en 2010, durante el gobierno del conservador Sebastián Piñera, se suspendió el diálogo.

Choquehuanca no cree en la oferta de su vecino. "Tiene que quedar claro que quien posterga el diálogo no es Bolivia, es Chile", apuntó el jefe de la diplomacia boliviana.

"Nadie puede obligarnos a ceder territorio (...) Queremos con ellos una relación del siglo XXI, no anclada siempre en la historia", respondió por su parte en Santiago el canciller chileno Heraldo Muñoz.

"El clima tenso, crispado, no es el más favorable para gestionar una relación diplomática", complementó el excanciller y analista Loayza.

Tras el fracaso de las gestiones de la agenda de 13 puntos, Bolivia acudió en 2013 a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, con el argumento de que Santiago debe cumplir las promesas hechas en varias oportunidades de darle una salida al mar.

En septiembre pasado, Bolivia se apuntó un primer éxito al lograr que la CIJ se declarase competente en conocer la demanda boliviana, pese a los argumentos chilenos de que entre los dos países no hay asuntos pendientes, pues un tratado de paz y límites de 1904 zanjó las diferencias fronterizas.

En los últimos meses, Bolivia realiza una intensa campaña internacional para defender su causa, no exenta de una retórica ofensiva contra Chile, que hace poco más de un mes dio un golpe de timón a su táctica designando al exsecretario de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza para cosechar adeptos para su causa.

El vocero boliviano para la causa marítima y expresidente Carlos Mesa opinó este miércoles que "Chile ha entrado al juego de Bolivia" de buscar adhesiones internacionales o de explicar sus razones en su diferendo con La Paz, aunque descarta que le sirva para cumplir sus objetivos.

La defensa chilena tiene que entregar una contramemoria en la CIJ el 25 de julio de 2016, en respuesta a la memoria que Bolivia presentó en abril del año pasado.

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