Bonet cree que con fallo del Constitucional Cataluña queda mal encajada en España

Madrid.- El portavoz de la Entesa en el Senado, Carles Bonet, considera que el fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatut deja a Cataluña "mal encajada" en España, con consecuencias "jurídicas" y "anímicas" difíciles de olvidar para la sociedad catalana.

En una entrevista con EFE, Bonet (ERC) subraya que, tras el fallo, "queda una herida honda" y la sensación de que los referéndum no sirven para nada.

El TC ha querido "poner a Cataluña en su sitio" con un "Santiago y cierra España", dice irónicamente Bonet, quien augura "consecuencias insospechadas" para las otras tres autonomías que votan en referéndum sus Estatutos, que "han quedado desactivados" si luego el Constitucional les puede "enmendar la plana".

Bonet reconoce que con el Estatuto se pretendía recuperar competencias similares a las de 1932, como la descentralización de la Justicia, pero la sentencia ha tenido "mucho de corporativa y ha cercenado cualquier posibilidad de que la Justicia se entere que hay un Estado de las autonomías".

Además, la lengua catalana "queda muy reducida a 'sus labores' y no transciende la idea de que también es una lengua igual de española, oficial e importante que las otras".

En cuanto a la financiación autonómica, le sorprende que los magistrados la despachen "con una página" y recuerda que otros Estatutos no recurridos también tienen el inciso anulado, que establece que la Generalitat aportará recursos financieros para garantizar la nivelación y solidaridad a las demás comunidades, "siempre y cuando lleven a cabo un esfuerzo fiscal también similar".

Insiste en que el PP, cuatro meses después de recurrir el Estatut, introdujo una enmienda en este sentido en el balear durante la tramitación en el Congreso.

A su juicio, la aplicación o desarrollo en los otros Estatutos de los artículos cuestionados por el TC es "una nebulosa", con opiniones para todos los gustos, aunque considera que, si algo es inconstitucional, "lo es en cualquier forma y les va a afectar".

Tampoco está muy claro cómo incidirá en las leyes ya emanadas del Parlamento catalán, si bien advierte de que para que se vean comprometidas "alguien las tiene que recurrir" ante el TC, lo que sólo pueden hacer los Parlamentos autonómicos, 50 senadores o diputados y el Gobierno central.

A Bonet le extraña que el Congreso y el Senado, que aprobaron el Estatut, no hayan reaccionado tan visiblemente como en Cataluña cuando el TC "les ha enmendado la plana".

Apuesta por la reforma de la Constitución para introducir la diversidad y pluralidad e ir hacia una línea federal, pero lo ve muy complicado porque el PP está "totalmente en contra y la mitad del PSOE, también".

Respecto a la falta de acuerdo que impidió aprobar en el Congreso resoluciones en defensa del Estatut, Bonet señala que "era evidente", porque "la unidad catalana es una ficción", lo que "es nefasto para negociar con el Estado".

En cuanto al tripartito (PSC-ERC-ICV), Bonet, que se siente "cómodo" en él, lamenta que esa fórmula esté "demonizada" no sólo por la oposición, sino por los partidos que la integran, incluso, "el PSC, que no se lo ha terminado de creer.

Reconoce que él no es "muy ortodoxo" con la dirección de su partido, "que está más por alejarse del tripartito", y es pesimista ante su reedición porque, además, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "impondrá seguramente un acuerdo con CiU -tras las elecciones catalanas- a cambio" de apoyo en Madrid.

Respecto a la reciente entrevista de Zapatero con el presidente de la Generalitat, Jose Montilla, es partidario de buscar caminos para desarrollar el Estatut.

Destaca el papel "muy digno, firme y prudente" de Montilla que, aunque "no es la persona para proclamar el estado catalán, sí puede ser lo bastante persistente y tenaz para conseguir paliar ciertos estropicios jurídicos que se han cometido".