Botella alerta del riesgo de voto de castigo al PP en las elecciones europeas

  • La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha alertado hoy de que uno de los riesgos a los que se enfrenta el PP en las elecciones europeas es el "voto de castigo" de quienes no han comprendido las decisiones de la formación y ha pedido que se tenga en cuenta porque ese voto "inicia procesos que nunca se sabe dónde pueden terminar".

Madrid, 22 mar.- La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha alertado hoy de que uno de los riesgos a los que se enfrenta el PP en las elecciones europeas es el "voto de castigo" de quienes no han comprendido las decisiones de la formación y ha pedido que se tenga en cuenta porque ese voto "inicia procesos que nunca se sabe dónde pueden terminar".

Durante su intervención en la convención del PP de Madrid sobre las elecciones europeas, Ana Botella ha citado el voto de castigo como uno de los tres "riesgos" a los que se enfrenta la formación en los comicios del próximo 25 de mayo, junto a otros dos: que cunda "la idea de que votar, o no, da igual" y el "voto antisistema".

Botella, quien ha situado el "el voto de castigo" como la segunda de sus preocupaciones, cree que la "historia" desmiente que "se pueda contemplar como algo inocuo u ocasional" y ha citado como ejemplo que "probablemente" la "historia del PP" en las municipales del 95 y generales del 96 no habría sido la misma sin las europeas del 94.

"La tentación de pensar que el castigo ahora no importa debe ser vencida porque es una profunda equivocación, más aún cuando se dice desde posiciones que consideramos próximas", ha reclamado.

La alcaldesa ha asegurado que en las elecciones europeas "muchas cosas importantes están en juego" y ha reseñado que "muchos de los cambios políticos de fondo en nuestra historia reciente comenzaron en unas elecciones europeas".

Con respecto al primero de los riesgos, el del "desencanto", ha explicado que, aunque "la política quizás no está cumpliendo con las expectativas que generó", las cosas "no cambian con la velocidad que uno desearía".

Y en ese sentido ha pedido que se combata ese sentimiento porque en su opinión "una sociedad desencantada de la política no está en la mejor posición para encarar una agenda reformista como la que España y Europa tienen por delante".

Sobre el riesgo de que se extienda el "voto de la radicalidad", ha apuntado que, ahora, además del "radicalismo de izquierdas que da continuidad al que impulsó el presidente Zapatero" ha emergido un "razonamiento de derechas simétrico al anterior" que pone en cuestión "todo y a todos" y que "postula una vuelta atrás imposible e inconveniente".

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