Acto descafeinado de inicio del curso

Botín, Torres y Goiri plantan a Sánchez tras meses de tensión con los bancos

Los presidentes del Santander, BBVA y CaixaBank rechazaron acudir a la cita anual con Sánchez tras los reproches del Gobierno a los ERE masivos y a "salarios de seis cifras" que cobran sus directivos.

Ana Botín, Banco Santander, junto a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
Ana Botín, Banco Santander, junto a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
EFE

La plana mayor de la banca decidió plantar a Pedro Sánchez en la presentación de su proyecto para que la recuperación económica y social sea "justa". Ana Botín, Carlos Torres y el tándem compuesto por José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar decidieron no acudir a la llamada de Moncloa. El Gobierno había cuidado este acto y el propio presidente del Gobierno preparó personalmente su intervención, según explican fuentes de su entorno. Pero la banca sólo contó con dos representantes: José Antonio Álvarez, el consejero delegado del Banco Santander, e Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria La Caixa.

La entidad presidida por Botín, que, según ha sabido La Información, se encontraba de viaje fuera de España, decidió delegar en Álvarez la invitación, pero ni la nueva CaixaBank ni BBVA ni Sabadell, por citar algunas entidades, se dejaron ver junto a Sánchez y sus ministros. Ningún ejectutivo estuvo presente. El Ibex financiero, por tanto, dijo no a Moncloa y lo hizo tras los últimos meses de tensión entre el poder ejecutivo y el sector. El plantel de banqueros fue muy diferente al del acto del pasado año cuando los principales presidentes del sector sí estuvieron en el mismo escenario, la Casa de América, junto a Sánchez en el inicio del curso político.

En un contexto en el que el Gobierno ha hecho bandera de la protección de los puestos de trabajo durante la pandemia, la ola de procesos de regulación de empleo activada por la banca - defendida entre otros por el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos -, que amenaza con llevarse por delante alrededor de 17.000 puestos de trabajo en el sector, ha agriado especialmente las relaciones del Ejecutivo con el sector financiero. La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, elevó el desencuentro a la categoría de enfrentamiento el pasado mes de abril cuando, con el visto bueno del propio Sánchez, decidió cuestionar abiertamente los sueldos de los banqueros españoles y apeló al Banco de España para abordar la cuestión.

No fue una simple declaración pública. Según fuentes gubernamentales, el Ministerio de Economía ha explorado los cauces legales de que dispone para tratar de limitar los sueldos de los ejecutivos de banca en España y ha seguido insistiendo al Banco de España para que busque alguna palanca regulatoria que permite reducirlos, aunque solo sea en determinados casos. La escalada tuvo un hito singular el pasado mes de mayo cuando el FROB, el organismo público a través del cual se vehiculaba la participación del Estado en Bankia y ahora en la nueva CaixaBank, votó en contra de las remuneraciones de la cúpula de la nueva entidad pese a las afirmaciones desde la entidad de que se situaban por debajo del estándar del mercado.

Fuentes empresariales aseguran que la tensión del Gobierno con la banca ha tenido efectos colaterales sobre algunos proyectos gubernamentales en los que los bancos podrían tener alguna participación, como el proyecto del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social de crear un gran fondo de pensiones público. Los contactos de Seguridad Social con las grandes gestoras españolas de fondos de pensiones, vinculadas a los grandes bancos, para avanzar en el desarrollo del proyecto y perfilar su regulación se detuvieron de forma repentina hace ya unas semanas en lo que varias fuentes consultadas observan como una paralización 'de facto' del plan para crear un gran fondo de pensiones público.

Los banqueros fueron los grandes ausentes de este acto en el que sí estuvieron otros grandes del Ibex. El sector energético acudió en pleno, con Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, Francisco Reynés, de Naturgy, y José Bogas, CEO de Endesa, al frente. José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica; Rafael del Pino, de Ferrovial; Antonio Huertas, de Mapfre; Florentino Pérez, de ACS; Josu Jon Imaz, de Repsol; Francisco J. Riberas, de GESTAMP; o Marta Álvarez, de El Corte Inglés fueron algunos de los empresarios que estuvieron junto al presidente y sus ministros.

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