Boudou denuncia "hackeo" y diputados piden juicio político en su contra

Buenos Aires, 13 mar.- El vicepresidente argentino, Amado Boudou, denunció hoy ante la Justicia el "hackeo" de su cuenta de correo electrónico, en la misma jornada en que diputados opositores pidieron un juicio político en su contra por supuestamente haber utilizado sus influencias para beneficiar a una empresa.

Boudou formalizó la denuncia ante el juez federal Daniel Rafecas, informaron fuentes judiciales citadas por la agencia estatal Télam.

Unas horas después, los legisladores de derecha Patricia Bullrich, Federico Pinedo y Paula Bertol, el peronista disidente Eduardo Amadeo y la izquierdista Ramona Pucheta impulsaron un pedido de juicio político con fines de destitución contra el vicepresidente.

El pedido de juicio político, que acusa a Boudou por "mal desempeño de sus funciones y eventual comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones", llevaba en un principio la firma de otros diputados de la oposición, quienes finalmente se desligaron de la iniciativa.

Los diputados acusan a Boudou de supuestamente haber usado sus influencias en 2010, cuando era ministro de Economía, para favorecer a Ciccone, una empresa privada dedicada a la impresión de dinero.

En ese sentido, sostienen que el actual vicepresidente intercedió ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para pedir el levantamiento de la quiebra de Ciccone, en una causa que es investigada por Rafecas por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública y supuesto lavado de dinero.

En una rueda de prensa ofrecida hoy, Patricia Bullrich aseguró que existió una "serie de hechos" que llevan a "determinar que la conducta de Boudou fue de mal desempeño como funcionario público ya que todo estaba encaminado a que Ciccone quedase en manos de un grupo de amigos".

"Un funcionario debe separar las cuestiones personales", sostuvo la diputada de Unión por Todos.

Pinedo, de Propuesta Republicana al igual que Bertol, consideró que debe haber "una instancia para que los representantes del pueblo den una respuesta al pueblo que los votó".

"Hemos analizado cada paso de la historia y estamos totalmente convencidos de la participación de Boudou en el caso Ciccone", comentó por su parte Amadeo, mientras que Pucheta instó a "terminar con el amiguismo".

Desde el oficialismo, con mayoría en ambas cámaras del Parlamento, anticiparon que el pedido de los legisladores opositores será rechazado.

El senador oficialista Miguel Pichetto dijo este sábado que la solicitud "carece de contenido" y habló de "una fuerte presión comunicacional sobre el tema".

El viernes último, el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, negó que Boudou hubiera intercedido para pedir el levantamiento de la quiebra de Ciccone.

El jefe del Fisco precisó que en julio de 2010 un juzgado del fuero comercial declaró la quiebra de la imprenta a petición de la AFIP por deudas impositivas y que en septiembre de ese mismo año la levantó por solicitud de la propia empresa, que luego pidió al Fisco un plan de pagos para cancelar lo adeudado.

Sin embargo, Echegaray reconoció la existencia de una nota a la AFIP en la que Boudou se manifestó en favor de otorgar a la firma facilidades para saldar sus deudas impositivas.

La Casa de la Moneda, encargada de la impresión de billetes en Argentina, informó el pasado enero que el Banco Central preveía contratar a Ciccone para imprimir billetes de 100 pesos (23 dólares), un negocio que medios locales calcularon que ronda los 50 millones de dólares.

El escándalo estalló públicamente en febrero, cuando la artista plástica Laura Muñoz, exesposa del abogado Alejandro Vandenbroele, declaró a una radio de Buenos Aires que su antiguo marido, que preside Ciccone, era "testaferro" de Amado Boudou.

Hace seis meses, Margarita Stolbizer, otra diputada de la oposición, había presentado una petición de informes al Poder Ejecutivo para indagar cuál es el interés de Boudou en esta empresa.

El vicepresidente argentino ha asegurado que las denuncias en su contra por el "caso Ciccone" no tienen "el menor asidero" y afirmó que no ha hecho "nada que esté fuera de las normativas o dentro de algún abuso personal".