Brasil endurecerá normas para acceder al seguro de desempleo para bajar gasto

Brasilia, 29 dic.- El Gobierno brasileño anunció hoy una serie de medidas de cara al nuevo mandato que la presidenta Dilma Rousseff iniciará este 1 de enero, que incluyen normas más rígidas para el acceso al seguro de desempleo como estrategia para reducir los elevados gastos públicos del país.

El ministro de la Presidencia, Aloysio Mercandante, explicó en una rueda de prensa que la intención del Gobierno es "corregir algunas distorsiones" que aumentaban el gasto con las asignaciones para los desempleados o con la previsión social, y cifró el ahorro previsto en 18.000 millones de reales (6.666 millones de dólares) al año.

Uno de los cambios anunciados establece que todo trabajador que quede sin empleo por primera vez comenzará a recibir la asignación oficial sólo si llevaba contratado al menos 18 meses y no seis, como era hasta ahora.

"Verificamos que el 74 % del seguro de desempleo se le paga a quien está entrando en el mercado de trabajo y pierde su primer empleo" después de seis meses, pero de ahora en más "ese empleado tendrá que haber trabajado un año y medio para acceder a ese derecho", explicó Mercadante.

El ministro dijo que "se trata de corregir algunas distorsiones" que aumentan el gasto público y que han sido generadas, en parte, por "algunos problemas de control y fiscalización", según admitió.

Mercadante dijo que también serán alteradas las normas para la concesión de pensiones por muerte de un trabajador en accidentes relacionados con su actividad.

De acuerdo a una de las nuevas normas, será establecido un plazo mínimo de dos años de casamiento para que, en caso de fallecimiento, el cónyuge tenga derecho a ese beneficio, que hasta ahora se otorgaba sin considerar cuánto tiempo de unión estable tiene una pareja.

Las anuncios hechos hoy por Mercadante forman parte de un vasto conjunto de ajustes que el Gobierno se propone aplicar a fin de reducir el gasto público y equilibrar las cuentas públicas.

Las nuevas medidas se conocieron después de la publicación de un informe del Banco Central, según el cual el sector público brasileño acumuló en los primeros once meses de este año un déficit fiscal primario de 19.640 millones de reales (unos 7.553,8 millones de dólares).

De acuerdo al instituto emisor, se trata del mayor saldo negativo para ese mismo período en los últimos trece años.