Brasil: La justicia ofrece a Rousseff una tregua en la guerra del impeachment

  • La Corte Suprema de Brasil impuso un alto al fuego de una semana en la guerra desatada en el Congreso por el pedido de destitución de la presidenta Dilma Rousseff.

Un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) suspendió hasta el día 16 todo el proceso del impeachment tras acoger una denuncia de irregularidades en la elección de la comisión especial de diputados que estudiará las denuncias contra la mandataria.

Dominada por opositores, la comisión fue considerada como el primer revés a Rousseff en la batalla contra el impeachment en el Congreso.

"La Corte Suprema es el guardián de nuestra Constitución y esa decisión impide el caos en la Cámara" baja, se felicitó este miércoles José Guimaraes, líder de los diputados del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff. "Es una victoria de la democracia", añadió.

El recurso fue presentado por el Partido Comunista de Brasil, aliado del gobierno, luego que en una tumultuosa votación secreta, la oposición se aseguró una mayoría de 39 miembros en la comisión especial de 65.

El voto secreto fue impuesto por el presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, acérrimo enemigo de Rousseff, y desató en el hemiciclo conatos de peleas, griteríos y ataques contra las urnas de votación.

Tras la elección, las filas de Rousseff quedaron desoladas: la lista de la oposición y de disidentes del oficialismo obtuvo 271 votos contra 199 para la lista del gobernante PT y sus aliados.

"El voto secreto para elegir una comisión no está previsto y es una burla a la Constitución", dijo a la AFP Michael Mohallen, profesor de Derecho de la prestigiosa universidad Fundación Getulio Vargas, de Rio de Janeiro.

"El problema es saber cómo el STF va a interferir en este proceso. Siempre será un árbitro y deberá ser muy mesurado para aceptar o rechazar un recurso. Cada vez que un grupo de diputados se sienta perjudicado, hará apelaciones", previó.

El jurista estimó que la Corte Suprema hizo lo correcto al acoger el pedido de impugnación de la elección de la comisión especial que estudiará la destitución de la presidenta, y recordó que desde que comenzó el proceso el 2 de diciembre, solo ha aceptado uno de cuatro recursos en su contra.

El juez Edson Fachin, uno de los 11 miembros del STF, dio 24 horas a Cunha para que remita toda la información sobre los procedimientos seguidos por la Cámara que preside.

La imparcialidad de Cunha es más que discutida debido a su permanente guerra con el gobierno, vinculada asimismo al riesgo que enfrenta de perder sus fueros parlamentarios en la Comisión de Etica de la Cámara.

La comisión debe decidir si debe ser investigado por ocultar cuentas secretas en Suiza vinculadas presuntamente al escándalo de corrupción en Petrobras que ya ha mandado a la cárcel a decenas de políticos, empresarios y banqueros.

El diario O Dia de Rio de Janeiro publica este miércoles en su portada una carta abierta de una maestra jubilada, Sonia Maria Zampronha Roque, que parece sintetizar el sentir del millones de brasileños ante la "guerra política" desatada en Brasilia.

"No soporto más ver el país paralizado con tantos problemas", escribió la maestra de 68 años. "Señores políticos, paren sus disputas y hagan como la mayoría del pueblo brasileño: ¡trabajen!".

Rousseff tiene su cargo en juego tras ser acusada de irregulares manejos contables de partidas del presupuesto y de haber decretado gastos que requerían previa venia del Congreso.

A once meses de haber ganado su segundo mandato, Rousseff tiene apenas un 10% de popularidad y se dice víctima de un "golpe" que atribuye a que la oposición no admite en los hechos la voluntad popular expresada en las urnas.

La presidenta se distanció de su vicepresidente, Michel Temer, un abogado constitucionalista de 75 años que lidera el poderoso partido PMDB (centro), aliado del gobierno y al que pertenece también Eduardo Cunha.

Temer, que reemplazará a Rousseff si la mandataria es destituida, envió una carta a la presidenta el martes en la que le reprocha nunca haber confiado en él y haberlo tratado como un "vicepresidente decorativo".

Según la prensa brasileña, Rousseff y su vicepresidente despechado se reunirán en la noche de este miércoles a puertas cerradas.

"La guerra por el impeachment es una disputa interna del PMDB" entre aliados y opositores del gobierno, estimó André Perfeito, economista jefe de la consultora Gradual Investimentos en Sao Paulo.

"A Dilma poco le sirve no ser sometida a un impeachment y perder una vez más el control del Congreso. Si rompe con Temer tiene un problema serio, porque al final tendrán que convivir hasta fines de 2018", reflexionó.

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