La brecha de género en la dependencia: solo el 5% de los cuidadores son hombres

  • Los Directores y Gerentes de Servicios Sociales piden que se mida el impacto de este desequilibrio de género entre quienes se ocupan de la atención.
Más de la mitad de las mujeres denuncia falta de servicios.
Más de la mitad de las mujeres denuncia falta de servicios.
EFE

Cuando toca atender a quienes no pueden valerse por sí mismos y las ayudas públicas escasean, gran parte de los cuidadores abandona su trabajo o reduce su jornada a la mitad. En España hay 278.100 personas con un empleo a tiempo parcial para poder atender a personas dependientes, una cifra de la que el 95 %, es decir 263.900, son mujeres, frente a tan solo 14.100 hombres, el 5 %. Y más de la mitad de ellas denuncia la falta de servicios adecuados para la atención a personas dependientes (niños, adultos, enfermos, personas con discapacidad, entre otras) o que no pueden costearlos.

Así lo refleja una submuestra de la EPA, difundida este jueves por el INE con datos de 2017, un año en el que el empleo a tiempo parcial para cuidar a personas dependientes se redujo un 1% frente al ejercicio anterior.

Y, aunque sigue sin evaluarse, el impacto negativo que puede estar teniendo la feminización de los cuidados en la medida en que no son una libre elección y que las cuidadoras familiares han perdido el apoyo que conllevaban las cotizaciones a la Seguridad Social.

En el último análisis publicado por el Observatorio Estatal de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, se asegura y denuncia que el sector de atención a la dependencia está fuertemente feminizado (casi nueve de cada diez personas empleadas en actividades de servicios sociales en España son mujeres).

En su caso, las limitaciones para elegir, según denuncia la Asociación, producen un fuerte impacto, "negativo", de género que en su opinión demuestran dos hechos que considera "incontestables". Muchas mujeres se convierten en cuidadoras por imposición económica y social. "La fuerza de trabajo potencial (muy feminizada) que se está derivando a los cuidados sin cobertura ni consideración es enorme", denuncian los Directores y Gerentes de Servicios Sociales. Y la organización remacha: "Los hombres no asumen equitativamente el papel cuidadores, lo que redunda en una asignación discriminatoria de las funciones de cuidado retroalimentando la desigualdad".

La dependencia es femenina. Casi un tercero de los dependientes son mujeres (65%), del total de 1.264.951 personas tienen reconocida su situación de dependencia al finalizar 2017, 51.018 más que en 2018. El sistema 954.831 personas son atendidos. El 72,2% son pensionistas (+ de 65 años) y más de la mitad (54,6%) tiene más de 80 años.

En datos del Ministerio de Sanidad e Igualdad, tres de cada cuatro cuidadores principales son mujeres. El perfil del cuidador principal es una mujer de entre 45 y 64 años que reside en el mismo hogar donde presta los cuidados. Las personas que prestan los cuidados sienten dificultades para desempeñar sus tareas

El disfrute masculino de excedencias orientadas al cuidado de familiares, que se sitúa en torno al 15% para el conjunto del Estado, si bien es mayor que el referido a la excedencias para el cuidado de hijos e hijas (4,5%), denota asimismo una distribución de las responsabilidades reproductivas aún muy desigual, en datos y valoración de la Asociación Española de Ciencia Política y de la Administración.

La asociación que preside José Manuel Ramírez considera necesario elaborar "un profundo análisis desde una perspectiva de género" que preste especial atención a "la gestión de los cuidados en el entorno familiar", comprobando si en el desarrollo de la Ley 39/2006 se están teniendo en cuenta las necesidades específicas de las mujeres cuidadoras, tanto profesionales como no profesionales, o por el contrario, "si se están reforzando los clásicos roles del sistema patriarcal".

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