Bruselas ha vuelto a incluir la denominada "Ruta de la Plata" en la red global de corredores ferroviarios y de transporte a nivel europeo (Red TEN-T) pese a que lleva casi cuatro décadas cerrada. Esta línea ferroviaria cruzaba España de norte a sur, desde Gijón a Sevilla, por provincias y localidades del oeste como Astorga (León), Zamora, Salamanca o Plasencia (Cáceres). Este movimiento, puramente administrativo, permite aflorar la esperanza de una futura reapertura -total o parcial- del tramo, o el diseño de una nueva infraestructura ferroviaria actualizada a los requisitos de los trenes de hoy. Estas son reivindicaciones de los territorios que se quedaron sin tren, afectados por la clausura del trayecto entre Astorga y Plasencia en 1985.
En diciembre de 2021, con motivo de la revisión del reglamento de redes de transporte, la Comisión Europea borró la 'Ruta de la Plata' de los corredores ferroviarios europeos. Esta figura permite establecer una serie de directrices que orienten las inversiones en los países, faciliten el acceso a financiación o reduzcan las disparidades socioeconómicas entre regiones. Bruselas borró la línea del mapa sin que el Gobierno de España haya ordenado nada al respecto, según aseguran fuentes del Ministerio de Transportes, algo que recibió las críticas de la proclamada 'España vaciada'.
En enero de 2022, un mes después de publicarse el error, la Secretaría General de Infraestructuras remitió una carta al Director General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea en la que solicitaba mantener el trayecto ferroviario entre Plasencia y León dentro de la red global del Reglamento TEN-T. "Su ausencia debió de tratarse de un error, al no haberse solicitado esta eliminación en ninguna comunicación oficial", aseguran fuentes del Ministerio competente. La Comisión Europea alegaba, en cambio, que el Gobierno español había solicitado su eliminación.
El 5 de diciembre de 2022, el Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea dio su visto bueno a reincorporar este trayecto en la red global, tanto para mercancías como para pasajeros. Ello pese a que el pasado 1 de enero se conmemoró el 38º aniversario de la clausura de los 331 kilómetros de vías que recorrían Cáceres, Salamanca, Zamora y León. Este cierre fue decidido por el gobierno de Felipe González como parte de una estrategia política para ahorrar costes al Estado, plan que se justificó con que la línea tenía un "escaso tráfico de mercancías y viajeros".
Una línea estratégica con las vías cortadas
Los casi cuarenta años sin trenes han hecho que buena parte de la línea esté desmantelada, después de que el propio gestor de la red, Adif, optara por retirar las vías en determinados puntos de Castilla y León. Otra parte del trayecto, entre Alba de Tormes y Carbajosa de la Sagrada (Salamanca), se convirtió en 2015 en una vía verde, denominación que se le da a las líneas de tren reconvertidas para su uso turístico por ciclistas o viandantes. En otras localizaciones, las vías también han sido desmontadas o sus pasos a nivel han sido cubiertos por asfalto.
Los últimos pasos de la administración pública contrastan con las esperanzas de una hipotética reapertura. En abril de 2022, Adif acordó la cesión de un tramo de 56 kilómetros entre Navalmoral de Béjar y Alba de Tormes para ampliar la vía verde existente. Quince municipios integrados en la Asociación Vía de la Plata Salamanca-Sur serán los encargados de gestionarla durante los próximos 20 años, con el fin de dinamizar turística y económicamente su entorno.
Estos movimientos chirrían si se comparan con las instrucciones que se dieron en la construcción de infraestructuras ejecutadas en los últimos años, como la autovía A-66. Pese a cruzarse con la antigua vía en varios puntos, respetó en todo momento el trazado ferroviario. Fuentes del sector ferroviario achacan esa decisión a un posible papel estratégico en caso de que tenga que ejercerse la defensa de la nación, por lo que seguiría formando parte de los mapas estratégicos de transporte del Ministerio de Defensa.
Reivindicación de la España Vaciada
La reapertura del ferrocarril del oeste español es una vieja reivindicación de los pueblos y provincias por las que circulaba este tren. Desde hace poco, la plataforma España Vaciada también ha asumido la reivindicación dentro de su aspiración para recoger el voto descontento de las regiones despobladas. La demanda también ha llegado a Extremadura, cuyo Consejo Económico y Social consideró la reapertura como la mejor opción para mejorar la conectividad entre España y Portugal a través del Corredor Atlántico, uniéndose a otros colectivos que también abogan por mejorar las conexiones por tren a ambos lados de la 'raya'.
En noviembre de 2017, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley para que se estudiara la reapertura del trazado. En enero de 2022, Vox volvió a llevar la propuesta a la Cámara Baja, criticando que los partidos que conforman la coalición de Gobierno -PSOE y Unidas Podemos- solicitaron su reapertura desde la oposición pero no apuestan por reabrirla a día de hoy: "las actuaciones del Gobierno actual solo denotan la intención de abandonar esta línea por completo", aseguraban en su escrito. La idea también recibió el apoyo reciente de 12 Cámaras de Comercio.
Junto a la reinstauración de la Ruta de la Plata en la red TEN-T, el Gobierno pretendía que la UE aprobase la inclusión de la línea Santander-Bilbao en la red básica extendida con vistas a desarrollar este trayecto ferroviario antes del año 2050. La propuesta no fue aceptada por los ministros europeos. La ministra del ramo, Raquel Sánchez, pidió incluirla en la red transeuropea por ser "un itinerario que debe incluirse en el Corredor Atlántico". Pese al rechazo, afirmó que seguirían "trabajando en su definición y desarrollo".
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