España oferta más de 3.500 títulos de máster en plena explosión de la burbuja

  • El número de alumnos de este tipo de postgrados ha aumentado en un 1.044% desde el año 2006 y la oferta se ha multiplicado por cuatro. 
Gráfico másteres
Gráfico másteres
Nerea de Bilbao

La burbuja de los másteres ha explotado con las dudas sembradas en los últimos meses sobre las titulaciones de algunos políticos de primera línea de nuestro país. La necesidad de conseguir títulos para ampliar el currículum creció de forma desmesurada, sobre todo, desde el año 2007, cuando España entró en el Plan Bolonia. Tanto es así que en solo una década este tipo de titulaciones ha pasado de 829 en el curso 2006-2007 a más de 3.500 en el último año académico y el número de alumnos ha aumentado en un 1.044%, según datos del Ministerio de Educación.

La llamada 'titulitis', la necesidad de conseguir títulos más allá del grado, aumentó con la entrada en vigor del Plan Bolonia, que prometía una mayor adaptación de los estudios universitarios al mercado laboral. Para ello, los currículos se reducían de cinco a cuatro años, lo que conllevaba una reducción de los ingresos en las universidades. Para evitar este problema en los balances de los centros educativos nacieron titulaciones de todo tipo, no solo másteres, también para cubrir una necesidad que se creaba en la sociedad.

La burbuja se inició en el curso 2007-2008, cuando en un verano la oferta de másteres pasó de 829 a 1.539, según datos del ministerio de Educación. Tanto las universidades públicas como las privadas se implicaron sin rubor, pero el caso de la primera es más llamativo. Las públicas contaban en ese año con 668 másteres, número que se duplicó en solo un curso académico.

Pero 2009 fue el año determinante: Bolonia llegó de lleno a las aulas. Este sistema se llevó por delante las estructuras con las que hasta entonces funcionaban las universidades y obligó a crear una nueva fuente de ingresos. En solo dos cursos académicos, se ofertaron casi medio millar de másteres más, la mayoría de ellos en la pública.

En consonancia con las titulaciones, el número de alumnos también se incrementó. En el curso que se inició en septiembre de 2008 los matriculados en este tipo de titulaciones ya habían sobrepasado los 50.000, pero las inscripciones iban a seguir creciendo. Solo un año después 31.000 personas más se matriculaban en un máster. De ellas, 26.000 lo hacían en la pública y poco más de 5.000 en la universidad privada. 

Desde entonces y hasta 2015, último año con cifras oficiales, los ingresos por tasas de las universidades públicas españolas crecieron en un 31%, según el Observatorio del Sistema Universitario. Pero no todo fueron buenas noticias para las cuentas de estos centros. Precisamente en este periodo, la financiación pública se redujo en un 28%, lo que motivó que se continuara con la 'fabricación' de títulos.

Este hecho motivó la creación de más titulaciones y, por tanto, más alumnos e ingresos para estas instituciones. Los másteres acogieron en el último curso más de 190.000 alumnos y los políticos de todos los colores no iban a ser menos. En los últimos meses, han saltado a las portadas los casos de Cristina Cifuentes, expresidenta de la Comunidad de Madrid; Pablo Casado, presidente del Partido Popular, y Carmen Montón, ministra de Sanidad, cuyas titulaciones de este tipo han estado cuestionadas. "Junto a una mayoría de títulos y estudios de alto nivel y elevada exigencia, se han colado en el sistema universitario otros que no son sino oscuros negocios y chiringuitos descarados", señalaban en una carta abierta varios profesores y catedráticos de universidades españolas. 

Las universidades querían aún más ingresos y la regulación de tasas llevada a cabo en 2012 por el Ejecutivo de Mariano Rajoy daba vía libre a las comunidades para elegir si querían poner sobre la mesa un aumento de precios para los alumnos universitarios. De este modo, daban la posibilidad de ampliar entre el 15% y el 25% el precio que el estudiante debía pagar en la universidad pública, con el fin de contribuir al recorte de 3.000 millones de euros en materia educativa que llevaría a cabo el Gobierno. De hecho, la mayoría de las comunidades ejecutaron la subida que consiguió aumentar sus ingresos para compensar los 'tijeretazos'. 

Auge de las universidades privadas

En los últimos años las universidades privadas, al albor de los másteres y la necesidad de títulos, han crecido como la espuma. El número de universitarios no se ha reducido con la crisis, de hecho ha aumentado, y la creación de centros de enseñanza superior fue un nicho de negocio que se explotó durante este periodo. 

La proliferación de universidades ha sido constante desde el año 1997, tanto a nivel público como privado. Pero, la curva es mucho más pronunciada si se mira el caso de los centros que no promueve el Estado. Estas instituciones han pasado desde las 12 existentes en 1997 hasta las 33 con las que se cerraba el curso 2017-2018.

A pesar de la dificultad para acceder a las cuentas de muchas de estos centros, destaca la enjundia de los datos de facturación de muchas de ellas. Es el caso de la Universidad Camilo José Cela, en la que realizó la tesis Pedro Sánchez, que recaudó en 2016 más de 34,18 millones de euros y obtuvo unos beneficios de 2,79 millones. Pero la que más ha recaudado ha sido la Universidad Europea de Madrid. Este centro consiguió una facturación de 136 millones de euros en el último ejercicio, según los datos del registro mercantil, y obtuvo unos beneficios de 9,5 millones. 

A pesar de la gran oferta de grados y másteres que existe en España, las universidades de nuestro país no están en los primeros puestos de los ranking mundiales. De hecho, la Universidad de Barcelona, primera entidad nacional que aparece en este listado, lo hace en el número 143 de la clasificación mundial. Este centro ofrece 334 títulos diferentes de postgrado, donde se encuadran los másteres, uno de los números más altos de todo el panorama nacional. 

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